Roberto Casabianca, jubilado que integra el Sindicato de los Profesionales de la Salud (Siprus), ofreció las explicaciones por el sector pasivo. Planteó que “un error que se cometió al modificarse la ley que rige a la Caja de Previsión de los Profesionales del Arte de Curar ha sido no tener en cuenta la realidad socioeconómica actual y seguir considerando a los profesionales como sujetos capaces de aportar cifras mensuales altísimas. Ello ha provocado que la mayoría termine priorizando la sobrevivencia y evite el pago de aportes al sistema, lo que trae aparejado un grave perjuicio al financiamiento y, por ende, a sus beneficiarios, en un medio donde prevalecen la precarización, la subocupación, la desocupación y -consecuentemente- no existe la capacidad de ahorro que permita prevenir para el futuro”.
Aseveró que “el objetivo de una ley de previsión social debe ser que sus jubilados y pensionados logren un haber de pasividad que sea equiparable al que percibían cuando estaban en actividad, un haber digno. En un sistema donde los afiliados activos aportan alrededor de 500 pesos por mes, para luego jubilarse con un haber mensual de 1.500, no estamos sólo ante de un problema de injusticia, de falta de respeto a la inteligencia de la gente y de políticas erradas, sino frente a un sistema absurdo y de imprevisión, precisamente todo lo contrario a lo que debió ser el espíritu del legislador”.
También cuestionó que “en la modificación de la ley de la Caja no se ha buscado una alternativa ingeniosa para evitar que todo aumento a los pasivos recaiga directamente sobre el aporte de los activos, haciendo que éstos se tornen cada vez más altos e inviables. Además, los sucesivos directorios, al no reclamar los aportes adeudados por los activos, incumpliendo la ley, han permitido la acumulación de deudas, cuyos montos se han vuelto impagables, con el agravante de que éstas prescriben a los 10 años, contribuyendo al desfinanciamiento de la Caja”.

































