En lo que va del año no se han registrado lluvias de magnitud. En total se precipitaron hasta julio 578 mm, según los registros de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas. La única importante, y que ocasionó problemas a vecinos de algunos barrios de la ciudad, fue la del 3 y 4 de marzo, cuando cayeron unos 150 milímetros. La del último fin de semana ni siquiera alcanzó para que los pluviómetros tomen nota.
Sin embargo, se espera que con la llegada de la primavera comience a normalizarse la situación. El Ing. Ignacio Cristina, de la Fich, recordó que “los expertos están señalando que para septiembre u octubre se daría la intensificación de un proceso de Niño en nuestra región, con lo cual aumentaría la cantidad de precipitaciones”. De todos modos, aunque “las probabilidades de lluvia estarían dentro de lo normal o levemente superior”, sería bueno que los conductos que transportan el agua hacia el Salado, se encuentren en óptimas condiciones para garantizar un escurrimiento adecuado, y que los ciudadanos tomen conciencia sobre la importancia de no arrojar residuos en ellos.





























