Los empleados de comercio se sumaron al lote de grandes gremios que pactaron una suba salarial del 19 por ciento, un porcentaje ubicado dentro de la banda pautada por el Gobierno para que las mejoras no tengan incidencia inflacionaria. Los aumentos, que alcanzarán a unos 800 mil trabajadores de la actividad que se desempeñan en unos 180 mil comercios, serán escalonados y del 10 por ciento en abril, al que se sumará otros 5 por ciento en junio y el 4 por ciento restante en agosto, de modo de atenuar más el impacto sobre los precios. El propio presidente Kirchner encabezó el acto de firma de la paritaria prestando el escenario de la Casa de Gobierno, en un trato similar al dispensado la semana pasada a los gremios de camioneros y encargados de edificios, los primeros de magnitud en cerrar sus acuerdos. A diferencia del camionero Hugo Moyano y del portero Víctor Santamaría, de francas simpatías con el gobierno, el sindicalista mercantil Armando Cavalieri es el primero de los denominados "gordos" de la CGT -el sector que mejor aceptó las políticas flexibilizadotas de los noventa- en rubricar la actual ronda de paritarias. Al igual que los oficialistas, los paritarios de Cavalieri arrancaron pidiendo mejoras del 28 por ciento para acordar finalmente por un 19 por ciento, cifra que se ubica dentro de la banda de hasta el 20 por ciento explicitada por la ministra de Economía, Felisa Miceli como el máximo posible para no hacer tambalear los acuerdos de precios. Al término de la ceremonia el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, expresó su reconocimiento "a la responsabilidad y racionalidad" de las partes que rubricaron el acuerdo que -dijo- "es una apuesta a la mejora del salario y a la disminución y definitivo retroceso de las expectativas inflacionarias". También Cavalieri encomió esa metodología para "dar previsibilidad en la Argentina, para que pueda mantener un crecimiento sostenido como lo está teniendo ahora, pero también con una inflación tolerable y manejable a los efectos de que el salario conseguido no se diluya en nuestras manos por la inflación". Por la parte empresaria rubricaron el acuerdo salarial los titulares de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, Osvaldo Cornide; de la Unión de Entidades Comerciales de Argentina, Jorge Sabaté, y el titular de Cámara Argentina de Comercio, Carlos De la Vega, quien tampoco ahorró elogios al entendimiento. "Hemos negociado con la mayor prudencia y por eso los aumentos son escalonados en abril, junio y agosto, por un lado". "Y por el otro, economistas de todos los sectores han dicho públicamente que el estado actual del desarrollo de la economía tolera, admite, hace posible, que aumentos de entre el 15 y el 19% sean digeribles por el sistema económico y de esa manera no tengan repercusión directa o consecuencias sobre los precios", agregó. Dentro de la banda salarial definida por el Palacio de Haciendo pactaron ya sus acuerdos otros grandes gremios de la actividad privada, como camioneros (19 por ciento), porteros (18,5), bancarios (18), cuero (15) y la rama subtes de la UTA (16), mientras siguen negociando otros del sector industrial, como mecánicos, metalúrgicos y alimentación. Con todo, la mayor incógnita se centra sobre las tratativas dentro del sector público dado que los salarios estatales no sólo marchan retrasados respecto de la inflación sino que el Presupuesto tampoco prevé mejoras para los empleados del Estado.





























