El joven jinete Claudio Olivares tuvo un gran 2008 ganando varias carreras, pero sobre todo por el notable crecimiento en esta arriesgada y sacrificada profesión. Ayer tuvo la responsabilidad de conducir al favorito Gran Arresto en el Juan de Garay y el trabajo salió a la perfección, ya que supo leer muy bien el desarrollo, evitándole tropiezos al zaino del stud Selección.
—Gracias a Dios me están saliendo las cosas muy bien y estoy contento y sobre todo agradecido al cuidador del caballo, ya que le insistí mucho para que corramos con Gran Arresto este clásico, al final se dio todo.
—¿Cómo se te dio el desarrollo?
—Se hizo un poco fuerte, ya que tanto Scooby como Gauna Rock salieron al frente, por eso yo me ubiqué cerquita de ellos esperando la recta final; porque sabía que mi caballo cuando se ve libre en la recta, corre mucho; ya en los 200 me di cuenta de que alcanzaba y fue metros más adelante que sin luchar dominé la prueba y luego se hizo fácil, porque el mío tenía mucho resto y el de Márquez un poco que se entregó.
—¿Qué significa ganar un Juan de Garay en tu carrera?
—Esto es un orgullo muy grande, uno trabaja todo el año para estos clásicos y gracias a Dios hoy se me pudo dar; se lo quiero dedicar a mis viejos, a mi esposa y a mi hijo.


































