Alrededor de un millar de personas participaron de un "cacerolazo" en la ciudad del oeste santafesino para repudiar el discurso oficial y en apoyo a la lucha de los productores agropecuarios.
En una población poco a afecta a este tipo de manifestaciones, llamó la atención el importante número de ciudadanos que, en forma espontánea, se reunieron, superando ampliamente lo ocurrido en diciembre de 2001.
Poco después del discurso presidencial, unas 50 personas se reunieron en la Plaza 25 de Mayo y paulatinamente se fueron sumando productores y ciudadanos que recibieron la adhesión de automovilistas y peatones que transitaban por el lugar.
Cerca de las 22, tras una ruidosa caravana por el centro, la muchedumbre alcanzó su máxima expresión y se detuvo frente al municipio. Golpeando cacerolas y alzando pancartas que expresaban la solidaridad con los productores y el rechazo a las retenciones, se escucharon cánticos e insultos al Gobierno Nacional y ecos del 2001 recordando el "que se vayan todos" y "que dejen de robar". Sobre la medianoche los manifestantes se desconcentraron, sin que se registraran incidentes como en otros puntos del país. Una nueva convocatoria fue realizada para hoy a partir de las 20 en el mismo punto de concentración.
































