Si alguna persona que vive en el país no es contada es como si no existiera por lo que habrá menos recursos económicos y menos posibilidades de llevar adelante inversiones, como escuelas o cloacas, aseguró la socióloga Ana María Edwin, al explicar los fundamentos por lo que es tan necesaria la participación y realización del Censo 2010.
Según la directora del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en 2001 hubo un 8% de omisión en la Ciudad de Buenos Aires y hubo partidos enteros -como La Matanza- donde se subregistró a la población. "Esto no es aceptable en términos internacionales y además es preocupante porque no permite saber cuántos somos, dónde estamos, qué tenemos y qué necesitamos".
Pero además, profundizó durante un diálogo con Télam, "es importante a la hora de discutir las representaciones por jurisdicción, ya que la Constitucional Nacional dice que la cantidad de diputados es en función de la cantidad de personas".
De la misma manera, también es un componente la cantidad de población y sus condiciones de vida para la discusión de la coparticipación tanto entre Nación y provincias como entre provincias y municipios.
"Y efectivamente si la población no es contada es como si no existiera. Necesitás más escuelas pero no tenés el presupuesto porque no sabías cuántos chicos tenías; o se necesitan más cloacas, pero no están los fondos porque no pudo prevenirse. Por eso es imprescindible que los bebés, los niños, los jóvenes, los adultos, los ancianos... todo el mundo tiene que estar contado", dijo Edwin.
El censo 2010, el operativo civil más grande del país y el décimo de la historia argentina, se realizará el 27 de octubre de la mano de más de 650 mil censistas que irán puerta por puerta con un cuestionario básico y otro ampliado durante una jornada que será feriado nacional.
El cuestionario básico captará la información esencial de las características de las viviendas, hogares y población y tomará unos 11 minutos; mientras que el otro contiene además preguntas que permiten profundizar otros aspectos demográficos y socioeconómicos y tomará unos 20 minutos.
"Tiene la mayor cantidad de preguntas de todos los censos de la historia argentina", explicó la socióloga, para quien "estos indicadores que vamos a generar con el censo están en relación con las demandas de todas las oficinas que tienen competencia primaria en la elaboración de políticas públicas".
La fórmula más larga será aplicada al 10% de la población de las localidades de más de 50 mil habitantes; a las comunidades de pueblos originarios, donde son sus mismos integrantes los que llevan adelante el censo; a los afrodescendientes -un número desconocido, ya que fueron censados por última vez en 1895; las villas de emergencia y los countries y barrios privados.
"Es una muestra muy potente estadísticamente que nos va a servir para los indicadores globales", explicó la funcionaria.
Aquellos que recuerdan el cuestionario que se les hizo en 2001, comprobarán que hay preguntas que se mantienen fijas y esto está relacionado con que el censo mide un conjunto de indicadores que deben ser comparados en el tiempo.
Sin embargo, hay otras nuevas preguntas y que se incorporan porque "tienen que ver con los cambios que se generan en la sociedad o que ahora reconocemos dentro de una sociedad más inclusiva. Había en el pasado situaciones que estaban impregnadas de prejuicios sociales, por ejemplo las uniones de personas del mismo sexo que han existido siempre pero la sociedad no las reconocía y el censo tampoco".
Por eso, destacó Edwin, "hay una cuestión muy importante con este censo: lo que estamos fomentando es que nos podamos reconocer todos desde nuestras diferencias y que podamos sentir orgullo de nuestra pertenencia".
"Cuando hablo de inclusión no hablo solo de poner la mirada en determinados grupos sociales sino en el manejo de la oportunidad de acceder a entornos donde hoy no puede acceder toda la población".
Y en este sentido, la directora del INDEC contó que "incluimos la pregunta del uso de la computadora y con posteridad vamos a hacer encuestas que tienen que ver con la demanda de tecnología, donde estos datos van estar analizados en profundidad" y también cuestiones de discapacidad.
Convencida de que tiene un trabajo de "enorme responsabilidad", Edwin cree que "el censo es un derecho que tiene toda la población para disponer de todos estos datos y es la única fuente fidedigna y exhaustiva de información".
Sobre el éxito del operativo, la funcionaria explicó que el primer logro ya está conseguido: "Todas las jurisdicciones están trabajando en la identificación de las viviendas que están asentadas sobre su territorio. Esta es la primera cuestión esencial para que todas las personas puedan ser censadas porque si hay una vivienda omitida o un aglomerado de viviendas que no ha sido identificado en la cartografía el censista no llega".
La otra cuestión se verá después del 27, aunque Edwin -que participó de varios censos desde 1970- cree que está garantizado el trabajo y que la gente será solidaria con el censista, que estará en la calle desde las 8 hasta las 20 haciendo el relevamiento, cuyos primeros resultados se conocerán el 20 de diciembre cuando se sepa cuántos somos.
Luego vendrán los resultados generales del cuestionario básico el 20 de junio de 2011 y por último los datos que arroje el cuestionario ampliado, el 15 de diciembre de 2011.
Télam

































