Frana y Lacava señalaron algunos aspectos centrales de la iniciativa:
* Favorecer el acceso al crédito de las pequeñas y medianas empresas, que por su envergadura no tienen condiciones de competitividad adecuadas a nivel nacional e internacional. Ello a través de la instrumentación de regímenes de bonificación de tasas de interés y de costos de las garantías otorgadas por Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR) a fin de disminuir el costo del acceso al crédito.
* Brindar impulso a la innovación tecnológica, el avance de tecnologías modernas, y el desarrollo de ideas novedosas, actividades de lo que se denomina ‘nueva economía’, por su naturaleza intrínseca se manifiesta en actividades de alto riesgo. Acá se propone la conformación de un Fondo para Capital de Riesgo, que consiste en la provisión directa de fondos, a través de la utilización de un título de deuda subordinado, aquellos que tienen una posición intermedia entre genuinos pasivos y capital propio de los emprendedores.
* Recuperar empresas con alto valor social, mediante la conformación de un Fondo de Alto Riesgo con el que se pueda: otorgar préstamos, abonar compensaciones a empleados, crear un fondo de garantía de pago a proveedores. El objetivo es la defensa de las fuentes de trabajo, tomando los recaudos, de garantías y controles, de que tal intervención no termine beneficiando a empresarios inescrupulosos, que hacen de la crisis un negocio.
* El otorgamiento de beneficios tributarios, compensaciones, reducciones o diferimiento de impuestos, tasas y contribuciones provinciales, así como también de impuestos nacionales y contribuciones al régimen de seguridad social. Estos estarán claramente determinados y serán establecidos por un plazo máximo de 10 años, con una escala decreciente.

































