Mató a su expareja mientras él la golpeaba

Telam

Una joven madre mató de un balazo a su ex pareja que la golpeó y le disparó en medio de una discusión por la cuota alimentaria del hijo que tenían en común, en el partido bonaerense de Lanús, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.

Los investigadores secuestraron en la escena del crimen varias armas de fuego, entre ellas un fusil FAL y una ametralladora, que se creen pertenecían al fallecido quien, según denunció la mujer, integraba una banda que se dedicaba a robar bancos y blindados.

Fuentes policiales informaron a Télam que el hecho ocurrió anoche cuando Silvia Gladys Liliana Valdez (22) se dirigió hasta la casa de su ex pareja, un hombre de 45 años con quien tenía un hijo y que residía en un inmueble situado en Boulevard de los Italianos 1751, en la localidad de Villa Obrera, de Lanús, en la zona sur del conurbano.

De acuerdo a los voceros, la mujer había vivido allí hasta separarse del hombre tiempo atrás y ahora le reclamaba por la cuota alimentaria del hijo de ambos. Por ese motivo se cree que se originó una discusión, en la que el hombre comenzó a golpearla en el rostro y otras partes del cuerpo, ante lo cual, Valdez se apoderó de una pistola 9 milímetros que había en la casa para defenderse del ataque, dijeron los informantes.

Al ver que la mujer se armó, el hombre tomó un revólver 357 Magnun con el que efectuó un disparo hacia Valdez, quien resultó ilesa y respondió con un tiro que impactó en el abdomen de su ex pareja.

"Anoche escuché un ruido raro a las nueve menos cuarto. Fue un tiro. Y a los diez minutos, otro más", contó esta tarde a la prensa una vecina del barrio que, en un primer momento, pensó que se había tratado de "un robo" hasta que salió a la calle y otro habitante de la cuadra le contó que "la chica de enfrente le pegó un tiro al marido". Alertados de los disparos por los propios vecinos, efectivos de la comisaría de Villa Obrera arribaron al lugar del hecho y hallaron a Valdez en una crisis de nervios y a su ex pareja muerta, precisaron los voceros.

La Policía estableció que el fallecido contaba con tres identidades: Mario Esquivel, Mario Corso y Luis Germán Niz, por lo que esta tarde procuraban confirma cuál de ellas es la verdadera a través de las huellas digitales.

Por su parte, la mujer, que actualmente reside en el partido de Tres de Febrero, fue llevada a un centro asistencial de la zona y quedó a disposición del fiscal Gustavo Caram, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 del Departamento Judicial Lomas de Zamora.

Las fuentes judiciales explicaron a Télam que la mujer no quedó detenida porque el fiscal consideró que actuó en legítima defensa propia y porque era víctima de un acto de "violencia de género". De todas formas, la fiscalía ordenó el peritaje de las armas utilizadas en el hecho y llamó a declarar a distintos familiares de los dos involucrados.

En tanto, los pesquisas que inspeccionaron la vivienda del fallecido secuestraron la pistola 9 milímetros, el revólver 357 Magnun, un fusil FAL, una ametralladora, decenas de municiones de distintos calibres, una mochila en la que había un uniforme similar a los de las fuerzas de seguridad, una campera con la inscripción "Policía Bonaerense" y hasta una chapa policial robada. Además, se hallaron dos pantalones y tres gorras de color oscuro, una de las cuales tenía la inscripción de la "Policía de Seguridad Aeroportuaria", y un handy con frecuencia policial, cinco cargadores y dos balizas similares a las que utilizan los móviles policiales.

Los peritos determinaron que la pistola 9 milímetros incautada contaba con un pedido de secuestro activo del 31 de mayo pasado, por un hurto o extravío radicado en la comisaría 4ta. de Quilmes, con jurisdicción en la localidad San Francisco Solano.

Por otra parte, la vecina que escuchó los disparos dijo que si bien ella casi no conocía al sospechosos muerto, en el barrio se comentaba que "andaba en cosas raras" y recordó que ayer, antes del crimen, vio que "paró una Kangoo gris" en la puerta de la casa y que el hombre "salió con lo que parecía una escopeta envuelta en ropa". "Cambiaban de auto constantemente", precisó la mujer y añadió que a la joven "la conocía muy poco" y "la saludaba y nada más" cada vez que se la cruzaba.