El "rum, rum" y el "punchi, punchi": los ruidos que alteran la tranquilidad del barrio 7 Jefes
Casi el 90% de los vecinos respondió que los ruidos molestos son una problemática para el barrio. Las picadas de autos y motos, los paradores de Costanera Este y los parlantes de automóviles privados, los principales motivos.
El "rum, rum" y el "punchi, punchi": los ruidos que alteran la tranquilidad del barrio 7 Jefes
El ruido de los escapes de autos y motos que aceleran sin sentido, la música a todo volumen de los paradores y de los vehículos que se estacionan, están en el "top" de los orígenes de los ruidos molestos en la zona de la costanera y colman la paciencia de los vecinos del barrio 7 Jefes, quienes respondieron una encuesta sobre esta problemática que viene desde hace tiempo y parece no tener solución en lo inmediato.
Gabriel Crespo, presidente de la vecinal 7 Jefes, dialogó con El Litoral y analizó los pormenores que arrojó la encuesta que le realizaron a los vecinos. El cuestionario fue respondido por unos 177 vecinos que viven en el área que abarca la vecinal, que va desde Bv. Gálvez hacia el norte hasta bulevar Muttis y entre la Costanera y Vélez Sarsfield.
"Para nosotros es un buen número, porque calculamos que el barrio tiene 2.500 personas", indicó Crespo y agregó que al analizar el mapa dónde habitan los encuestados, cada sector está representado. Al ser consultado sobre el motivo de realizar este relevamiento entre los vecinos, Crespo señaló que "la idea era para entender si había un problema o no, y por dónde pasaba este problema". En este sentido, se realizaron las consultas a los vecinos de viviendas permanentes (no comercios) durante abril y mayo.
¿Cómo respondieron los vecinos?
La franja etaria de los encuestados contempló a personas entre los 51 y 70 años (49,1%); 31 a 50 (31,4%); y de 71 años o más (12,6%). "Al segmentar por edades podemos constatar que arriba del 80% son personas que tienen entre 30 y 70 años, si se quiere en la edad más productiva", comentó el presidente vecinal, también hizo alusión a que de esta forma pierde relevancia la típica estigmatización que se les hace a quienes viven en la Costanera y se quejan "tres viejos locos".
La primera pregunta abordó el problema de raíz: ¿Considera que los ruidos molestos constituyen una problemática que afecta al barrio? La respuesta fue contundente: el 89,4% respondió "sí", mientras que el 9,3% "no". Otra de las consultas fue si estos ruidos interferían en las horas de descanso, a lo que el 85,7% indicó afirmativamente.
Los vecinos también expresaron cuáles consideran que son los orígenes de estos ruidos: el 34,8% indicó que se generan en los paradores de Costanera Este; el 17,4% acusa a las picadas de autos y motos; parlantes en automóviles privados (16,7%); mientras que el 11,6% de los encuestados señaló como generadores de ruidos a los espectáculos públicos y privados que se realizan en la Estación Belgrano y en salones de eventos del barrio.
"El método actual de control no funciona", aseveró Crespo, quien comentó que "siempre la Municipalidad nos pide que hagamos la denuncia o reclamo, le preguntamos a los vecinos y sólo el 25,3% obtuvo un resultado o respuesta por parte de las autoridades".
Respecto a las conversaciones que tiene la vecinal con funcionarios municipales para poder atender este problema, el presidente vecinal comentó: "Hicimos un pedido formal por mesa de entrada al municipio para que nos atiendan y no tuvimos respuesta. Por ello tuvimos que hacer una mediación en Defensoría del Pueblo para que la Municipalidad nos atienda y podamos encontrar una solución, y lamentablemente no la encontramos".
Días atrás, el concejal Saúl Perman presentó un proyecto en el Concejo Municipal de Santa Fe mediante el cual solicita que el Ejecutivo local informe sobre la situación de las denuncias por ruidos molestos realizadas por vecinos de la Costanera. "Muchos vecinos están medicados o necesitan utilizar tapones en los oídos para dormir", remarcó Perman y explicó: "La Organización Mundial de la Salud estableció que la contaminación acústica es el segundo mayor causante de daño ambiental en el mundo".