El periodista Ignacio Fusco escribió alguna vez de ellos: Nos cuentan los partidos, son los encargados de enviarnos al cielo, a un mundo de fantasía. No sacan conejos de la galera pero igual hacen magia.
Radio Universidad Nacional del Litoral formó, desde 1984, un relator a su medida y hoy la audiencia sigue disfrutando a Fabián Mazzi en cada jornada de transmisiones.
El periodista Ignacio Fusco escribió alguna vez de ellos: Nos cuentan los partidos, son los encargados de enviarnos al cielo, a un mundo de fantasía. No sacan conejos de la galera pero igual hacen magia.
Da temor verlos. Asustan. Parecen que estuvieran a punto de escupir pulmones y caer redondos encima de la gente de la platea. Ahí andan ellos, la camisa totalmente abierta, arrugada, los polos embarullados, anchas gotas de sudor resbalándole en el rostro, la mano enlazando el micrófono, el cuello hinchado colorados de euforia, las venas que quieren escaparse y el grito de gol que se prolonga y rompen los límites del tiempo.
Vértigo, velocidad, improvisación, imaginación, potencia, mentiras, poesía, exageraciones. Son ellos los relatores y aquí uno de ellos: Fabián Mazzi.
-¿Soñaste alguna vez en llegar a ser relator, Fabián?
-Mirá, Hernann Hesse escritor y poeta alemán siempre se pregunta ¿cómo se convierte un sueño? y él decía que podés caminar dos o tres pasos pero el último lo debes hacer solo. Y uno de los momentos más emocionantes de mi vida fue mi debut en la radio relatando. Y como dice Hesse, la secuencia para alcanzar un logro es siempre, primero soñarlo con el corazón, después pensarlo con el cerebro y después ejecutar la acción, con trabajo, con dedicación, con sacrificio. Y era mi sueño, poder contar lo que pasa en una cancha y aquí estoy.
-¿Pero algo pasó para que te guste relatar, entrar en ese mundo?
-La ceremonia de un domingo cualquiera con mi viejo lavando el auto. El coche de punta en la cochera, las puertas abiertas, el lavado íntegro por la mañana solo interrumpido por las pastas de Nilda y a la siesta la gran ceremonia: la radio a todo volumen. Ricardo Porta, Enzo Volken, José María Muñoz, Emilio Caso, la voz estridente de Julio Ponce Aragón con su tapita, tapón y tapa. Así comenzó todo, era mi música, era mi ópera de mi niñez, y se me metió en el alma. Hoy cada vez que voy a la cancha, esa imagen maravillosa, con mis hermanos y mis viejos me acompaña tiernamente.
-Se cumplen 100 años de la radio en Argentina.
-Algo difícil de explicar. La radio es implacable. No hay imagen, no hay lenguaje corporal. Es pura fantasía. Me enamoré de ella de repente, sin tanta explicación, sin hacer ejercicio de mis facultades críticas. "Pepe" Mujica dijo en un discurso que la felicidad está en ese cachito de tiempo que uno logra para gastarlo en aquellas cosas que a uno le gusta. En ese momento uno es libre y la radio me hace feliz.
-¿Cómo fue el debut relatando?
-El día del debut fue inesperado. Yo había entrado a la radio en noviembre de 1984. Rodolfo Raviolo me pedía que los días de partido en Santa Fe tenía que ir a la cancha para observar cómo trabajaban. Los tiempos en radio, las pausas, las publicidades de Héctor Tschoop, los informas del "Gringo" Strubia. Una tarde, 11 de mayo de 1985, Colón 3-Talleres de Remedios de Escalada 1, dos goles de Daniel Wermer y uno del uruguayo Acosta Silva para el sabalero. De Angelis abrió la cuenta para Talleres en el primer tiempo. Raviolo en un momento me dice, "pendejo preparate para el segundo tiempo". Yo pensé que me estaba poniendo a prueba. Esa semana habíamos relatado básquet, boxeo, fútbol entre semana y Luis Mino que era el relator decidió parar para no arruinar sus cuerdas. Y me tocó el segundo tiempo, los tres goles de Colón. Nadie sabía nada. Mi hermano venía de jugar a la pelota y escucha mi voz en un auto. Corre a los gritos hasta llegar a mi casa y contarlo. Fue inolvidable. Y arrancaba mi sueño a ser realidad.
-¿Partidos, anécdotas que te vengan a la memoria?
-Uhhhh. Tantos partidos ya... Fútbol, básquet, boxeo, automovilismo. Siempre aprendiendo. Rodeado de grandes profesionales. ¿Una anécdota? Miles. Un día TC 2000 en Rafaela, a las 5 de la mañana en la radio para salir. A mi me tocaba un sector del autódromo y eso me gustaba porque me daba experiencia. Me daba horas de ir perdiendo el miedo al micrófono. Noté que algo pasaba, vi a mi querido "Lobo" Pallero un tanto preocupado, Enzo Volken no estaba del todo bien y como gran profesional que es, no se permitiría arruinar la transmisión. Me llama Ricardo junto con Volken y Néstor Carbia, un capo total de revista Corsa y me dice Enzo: 'Faby hoy vas a relatar la carrera. Enfocate en los tres primeros, observá quiénes son, el color del auto, el número de cada uno de ellos y volá, nosotros te apoyamos desde atrás'. Imaginate. Tenía a Messi, Maradona y Cristiano jugando atrás mio. Me hicieron la cosa fácil y fui feliz.
-¿Tu mejor partido, el que guardás en la memoria?
-Hace unos días charlando con Hugo Sánchez para una producción que hicieron los chicos de LT9 sobre relatores, coincidíamos que no hay un mejor partido. No puedo decirlo yo. Me da pudor hacer ostentación de elegir. Yo creo que va más por el afecto, por el contexto de ese gol o partido que por la calificación. Yo quiero algunos goles por la historia. El gol de Marini en Tucumán, final del 95. Lo digo siempre, "Chupete" no sabía si podía volver a jugar después de un accidente. Y estaba levantando los brazos del ascenso. Y es mi amigo. El clásico por internet en 1999. La primera radio del interior. Fue conmovedor. Un gol en cancha de Boca de "Bichi" Fuertes después de mi accidente. Los ascensos, los partidos de sudamericana no lo sé. Esta pregunta es para los hinchas.
-El mejor jugador que viste en vivo...
-Hablando siempre de Colón y Unión para no caer en lugares comunes creo que Luis Abdeneve y Gabriel González me hacían fácil el relato por la magia que tuvieron como para ponerlo en letras mayúsculas.
-¿Te emocionaste mucho alguna vez en algún relato?
-Me involucro mucho en lo que siente el hincha en cada gol. Y traslado esas emociones. La siento. La semifinal en Brasil, los penales ante Mineiro, me emocioné mucho. No sé si fue bueno pero "es la vida de un santafesino futbolero cualquiera" lo que sentí.
-¿El clásico más importante?
-El que vendrá. Todos los que pasaron dejaron su huellas. Sus recuerdos. Sus goles. Sus nombres. No puedo elegir uno. Leo la historia del gol de Salomón Elías o de Elvio Losada y me entra una nostalgia maravillosa. El clásico no se puede definir tan simple. Forma parte del ADN de Santa Fe.
-Hablame de Bergesio
-Mi compañero de vida, mi lado B, mi sabio. Me invaden un montón de sensaciones. Su entrega, su decir tan tribunero, tan de la gente, con su filosofía, con sus principios. Ahora que se retiró trato de no cargosearlo porque lo llamaba cada cuatro días. Sí, poné que lo extraño.
-¿Moderno o de la vieja guardia?
-Jajajaja, sos malo, ¿me tratás de viejo?. De la vieja guardia. Me formé, me hice a imagen y semejanza de Ricardo Porta y Walter Saavedra. Escuchando a Víctor Hugo, Osvaldo Wehbe. Fueron "mi poker de relatores". A Muñoz, a Juan Carlos Morales, el ascenso con Bulrich. Hoy hay grandes relatores y muy buenos. Y en Santa Fe ni hablar, pero dejame decirte que el periodismo de hoy se parece al de ayer. No creo en versiones modernas y antiguas. Si hay otras herramientas hoy. No puedo entrar en esa famosa frase de que todo tiempo pasado fue mejor. Hoy hay cosas increíbles en este presente que nos toca. Si son bien utilizadas, marcan diferencias muy fuertes a las limitaciones que antes teníamos. El problema que hoy noto es que por tener tanto se perdió el arte de la investigación, de levantar un teléfono, de trabajar la noticia. El que logra amalgamar todo se destaca.
-¿Diez en Deportes?
-Un gran equipo que se va acomodando también entre jóvenes y los mas grandes. También nosotros nos adaptamos al paso del tiempo. Buena gente como primera condición. Honestos. Creíbles. Y apasionados. En esa línea está Julio César, Mati, Andrés, Lautaro, José Ignacio, César, Dani, Damián, Agustín, Emiliano y toda la banda.
-Gustavo Mazzi...
-Un crack con todas las letras. Si hay alguien noble, justo, ecuánime, ese es "Gusty". Con un talento para decir las cosas desde su pluma que emociona. Por cuestiones de salud se retiró, se jubiló. Hoy aprovecha su tiempo escribiendo en redes y eso le hace bien, es terapia para alguien que debe tener la mente ocupada y me pone feliz que los medios tomen algunos trabajos para poder sentir él que está vivo.
-¿El "Gallego" Riaño?
-Hemos vivido muchas cosas juntos. La vida nos puso a prueba en diferentes momentos. Eduardo es muy exigente y me baja a tierra muchas veces. Mi hermano mayor.
-¿Qué fue del jugador?
-Jajajaja, fui feliz hasta que duró en La Salle y Sportivo Guadalupe, me quedaron grandes amigos, debuté en Primera con 17 años pero el relator de fútbol pudo más.
-¿Radio Nacional?
-Fue parte de un aprendizaje y poder darle a la Liga Santafesina de Fútbol por primera vez una identidad que antes no tenía, transmitiendo todos los fines de semana en todas las canchas. Hoy es algo común y motivador que cientos de radios sigan la campaña de algún equipo o narrar los partidos más importantes y está muy bueno.
-¿Y la pandemia?
-Atroz. Difícil como a muchos. Desde mi salud hasta lo económico. Lo único bueno que descansé mi voz como nunca en años y el nivel de stress. Poder leer mucho. Poder escribir y pensar algunas cosas para la vuelta del fútbol. Fue importante tener el apoyo de José Sacabino, de Bruno Strada, mi cardiólogo, de Ballina, y de mi médico de cabecera, el Dr. Carlos David, "Michi" esto nos cambia la cabeza en muchos aspectos. Además, muy contenido por mi gran amigo y psicólogo Germán Depetre, que muchas veces me hace ver la realidad de otra manera
-¿Los hijos?
-Creciendo. Con el correr del tiempo uno se va poniendo en un lugar de principal espectador, disfrutándolos, sufriéndolos, emocionándose. Aprendiendo y entendiendo que todo cambia. Inculcándoles siempre a ser buena gente, que con honestidad uno es digno y eso me basta ya. Están grandes y cada uno perfila su vida, sus proyectos, su futuro. Ahora, Fausto, mi nieto, comienza a darme pautas de lo que viene.
-¿Y la muerte, para vos que estuviste al borde?
-No fue fácil el momento. El accidente me cambió en algunas cosas. El disfrute de cada instante. Una charla con mis hijos, un atardecer, un paisaje, un viaje con "Ile" mi pareja, una cena con mi vieja, una charla con Mati, Maxi o Constanza, es único. Di pelea y tuve suerte. El de arriba estaba conmigo.
-¿Maradona o Messi?
-Maradona en una pecera como dice mi querido y admirado Alejandro Apo. Y en la otra pecera, Cruyff, Messi, Cristiano, Neymar, Platini, Distéfano, el Charro y Pelé.
-¿Cuál sería el título de tu libro?
-Mmmm, "vendedor de ilusiones" creo que suena bien porque es en definitiva lo que la gente espera en cada partido. Ilusionarse.