El accionar de las empresas, y los derechos laborales de las personas trabajadoras, poseen un impacto transversal en distintas dimensiones de la vida cotidiana, uno de los principales, es la lactancia. El promedio de las madres vuelve al trabajo rentado fuera de sus hogares a tres meses del nacimiento de su bebe. Es trascendental el rol que tiene en este escenario la organización empleadora de la madre. Su contribución irremplazable será generar condiciones que favorezcan la conciliación de la vida personal y laboral para esa mujer, ofreciendo posibilidades para que pueda seguir brindándole a su bebé el alimento natural y óptimo, su propia leche.
Esto adquiere especial peso durante los primeros dos años vida y se acentúa en el primer semestre, cuando la lactancia es exclusiva. La lactancia es un proceso fisiológico y natural que tienen las mujeres en un período de la vida, el reconocerlo como tal facilita su sostenimiento. La extracción de leche es una necesidad biológica y evita complicaciones. Es un derecho de las mujeres lactantes tener un tiempo destinado a esta tarea, y las y los compañeros de trabajo y/o empleadores deben reconocerlo, y estar informados acerca de estos procesos.
Por estos motivos, una lactancia exitosa no depende solamente de las personas que amamanten, sino del estímulo, apoyo y protección de todo su entorno. Es fundamental que la madre o persona que amamanta, antes de incorporarse al trabajo, tenga información sobre métodos de extracción, conservación de la leche humana y cómo sostener su producción al estar separada de su hija o hijo, además de la información sobre sus derechos como trabajadora en relación con la lactancia.
A su vez, el soporte y promoción de la lactancia humana en el trabajo, además de tener un impacto positivo en las trabajadoras y en el desarrollo de sus bebes, contribuye con el incremento de la eficiencia y productividad. Y también reduce el ausentismo ya que, entre otras cosas, las personas que lactan suelen faltar menos al trabajo debido a que sus bebés se enferman menos.
El informe "Lactancia y Trabajo" desarrollado por Unicef y La Liga de la Leche Argentina visibiliza y concientiza acerca de las dificultades que enfrentan las personas que desean conciliar la lactancia con el trabajo y, al mismo tiempo, contribuir a la disminución de las barreras como así también a la implementación de estrategias para favorecer el amamantamiento en los espacios de trabajo.
Conciliar las políticas de lactancia, cuidado y trabajo sigue siendo un gran desafío en Argentina. Las empresas y organizaciones tienen un rol fundamental para la persona que amamanta. No todas las empresas contemplan este aspecto central en la vida de sus colaboradoras, aunque está comprobado que la mejora en estas prácticas contribuye a la sostenibilidad de las empresas, mejora el bienestar de sus trabajadores, la productividad y la competitividad que están relacionados con el cuidado del capital humano.
Sea que pensemos en licencia parental remunerada, licencias por enfermedad remuneradas, el apoyo a la lactancia humana y la nutrición o acceso a servicios de cuidado infantil de calidad existe un camino de oportunidades y desafíos pendientes que desde el sector empresario, puede modificarse con contribuciones sustanciales y significativas por su capacidad de empleo, como de innovación y componente transformador.
(*) Gerente de Alianzas Corporativas y RSE de Unicef Argentina.