Galcerán reconoció que “estábamos al tanto por eso estábamos preparando una respuesta”. Aclaró que “me parece dificultoso y hasta violento” tener que aclarar algunas cuestiones, “porque siento que estamos desnudando la situación de vida que están atravesando y vivieron antes los chicos, pero lo vamos a hacer nuevamente”.
“En mi opinión me parece injusto el reclamo, no sólo por la institución sino por los chicos, por el trabajo y el esfuerzo que están haciendo para lograr un cambio de vida”.
La funcionaria advirtió que “la situación de calle no se elige” y en vez de cuestionar de la forma que acaba de hacerse propuso “habilitar una oportunidad para un cambio de vida”, lo que implica “depositar la confianza para creer que el otro puede hacer un cambio de vida”, porque “esto hace que ellos mismos descrean que puedan cambiar de vida”, dijo sobre el pedido de cierre del Refugio.
Respecto de la imputación delictiva puntual del vecino que inició el amparo, “se habla de un hecho de 2009 del que fue víctima uno de sus hijos, pero no se pudo comprobar que sea un chico del Refugio” el que lo agredió. Además, hizo notar que “no todos los chicos de la calle son los chicos del Refugio”.
Por último, defendió la labor de los operadores de calle, del equipo técnico, los operadores nocheros y los acompañantes, todos ellos actores fundamentales para rescatar a los niños de situaciones de violencia, abuso, desamparo e incluso del delito.
































