Darío Pignata - dpignata@ellitoral
El mes de mayo siempre es especial para Colón y para su gente. Porque es el mes del aniversario —5 de mayo de 1905— y porque desde 1964 para acá siempre se recordará el día 10 del mes 5, ya que hoy se cumplen 45 años desde que Colón le ganó al Santos de Pelé y empezó a darle vida al mito del Cementerio de los Elefantes. “Nunca pensamos cuando ganamos ese partido lo que se vendría. No nos podíamos dar cuenta, más allá de la importancia que tenía Pelé adentro de una cancha”, cuenta Luis “Motoneta” López a El Litoral, en el mismo lugar de los hechos y antes de Colón-San Martín. Ahora, en el mismo “mayo sabalé”, su goleador histórico queda a las puertas de los 100 goles con la sangre y luto.
A ese inolvidable partido con el Santos de Pelé le seguiría el 2-0 a la Selección Argentina, la victoria ante Peñarol y varias hazañas más. El estadio —Eva Perón hasta el ’55 y luego Brigadier López— se acostumbraba a gozar y sufrir. Se supo de lágrimas, como cuando estaba todo dado para inaugurarlo frente a San Lorenzo pero las aguas del Salado dijeron una vez más que no en esa zona. Y se conocieron alegrías, como cuando aparece el primer registro de la actual cancha en el profesionalismo: entre diciembre de 1948 —año en que comenzó a jugar en Segunda División— y noviembre de 1952, Colón se mantuvo 63 partidos (47 triunfos y 16 empates) sin perder en los torneos de ascenso. Para mucho, un récord todavía hoy vigente en el fútbol argentino desde ese primer juego con Almagro.
Así se fue armando la leyenda, que arrancó con cimientos sólidos desde el mismo debut en el profesionalismo. Hasta que llegó ese famoso partido del que hoy se cumplen 45 años.
“Ya estamos en Primera “B” y vamos a jugar con el Santos de Pelé”, les había prometido Ítalo Pedro Giménez a sus jugadores. Luis López recuerda una jugada que no se cansa de contar y explicar a quien se lo pregunte: “Yo le decía a Poncio que nos juntemos a tener un poco la pelota y al salir un poco me la metiera en profundidad. Cuando arranco amagando, veo que uno de ellos se cae. Llego al fondo y tiro el centro. El arquero del Santos, Gilmar, choca con uno de sus defensores que quiere cerrar y sacarla, entonces aparece Demetrio y se encuentra con la pelota servida en bandeja. Se tuvo que agachar para cabecearla. Yo seguí corriendo, después del centro y lo levanté a “Ploto”. Él no sabía lo que había pasado: era gol, era 2-1 y por más que después Pelé se enojó reventando el travesaño, Colón le ganó al Santos y quedó en la historia”.
Así como hace 45 años despachó al Santos de Pelé un 10 de mayo de 1964, la historia contará que un 9 de mayo de 2009 descubrió su propio santo en el Cementerio. Le ganó al Santo tucumano 2-0 y descubrió que era “San Fuertes”. Porque ahora Colón tiene su propio santo y no es otro que el “Bichi”. El de la “20” en la espalda. Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir. Son los 100 goles del “Bichi” que ya están por venir. Quedarán en el mismo lugar de la historia que Colón tiene para aquel 2-1 al Santos de Pelé.




































