Dos rehenes de las FARC, Clara Rojas y Consuelo González, fueron liberadas este jueves en Colombia tras seis años de cautiverio y llegaron pocas horas después, en buena condición, a territorio venezolano a bordo de un helicóptero.
La liberación se produjo en una operación humanitaria del gobierno venezolano y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), llevada a cabo en las selvas del Guaviare, sureste de Colombia, donde las dos mujeres estaban cautivas desde hace unos seis años.
Tras ser entregadas por un comando de las FARC y después un vuelo en helicóptero de tres horas, Clara Rojas y Consuelo González llegaron a las 15H10 locales (19H40 GMT, 17.40 de Argentina) al aeropuerto de Santo Domingo, al oeste de Venezuela, cercano a la frontera con Colombia.
Pocos minutos después del aterrizaje, Rojas, de 44 años, y González, de 57, bajaron del helicóptero y se dirigieron a un avión Falcon que rápidamente emprendió vuelo hacia Caracas, donde las esperaban sus familiares más cercanos con quienes se reencontraron poco antes de las 19 (hora argentina).
Entre las dos aeronaves, las dos caminaron abrazadas por el ministro venezolano del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, e ingresaron de inmediato al Falcon.
González vestía pantalones, una camiseta de color azul claro y llevaba un bolso en la mano. Rojas, con el cabello corto, tenía un pantalón color claro y una chaqueta oscura, además llevaba una mochila colgando del hombro derecho. A su lado caminaba la senadora colombiana Piedad Córdoba, activa mediadora en esta operación humanitaria.
Horas antes, el presidente venezolano Hugo Chávez había anunciado que su ministro del Interior Ramón Rodríguez Chacín, que integraba la comitiva que fue a buscar a las rehenes, le llamó para informarle de la liberación y que se comunicó con las dos mujeres por teléfono.
“Audiblemente emocionado, nuestro ministro del Interior me dijo: en este momento estamos recibiendo a Clara y Consuelo de manos de un comando de las FARC”, relató Chávez.
“Saludé al jefe de la patrulla de las FARC, saludé a Clara y a Consuelo, emocionadas”, añadió.
“Están en plena libertad. Les dije a ambas: bienvenidas a la vida”, refirió.
La madre de Clara Rojas, Clara González, y las hijas de Consuelo González, Patricia y María Fernanda Perdomo, se encuentran en Caracas a su espera desde el pasado 27 de diciembre.
Chávez confirmó que en la operación participó también el embajador de Cuba en Venezuela, Germán Sánchez Otero.
Dijo que la participación del embajador reconoce “los esfuerzos del gobierno cubano y del presidente (Fidel) Castro por la paz en Colombia”.
El mandatario agradeció la colaboración del gobierno de Colombia en la operación.
Las FARC anunciaron el pasado 18 de diciembre que liberarían a Clara Rojas, ex compañera de fórmula electoral de la candidata presidencial Ingrid Betancourt, también secuestrada, y a la ex legisladora Consuelo González, como un gesto de “desagravio” a Chávez, luego de que éste fue cesado en su papel de mediador por un canje humanitario en Colombia.
Venezuela organizó una misión para buscar a las rehenes en Colombia, bajo la égida de la Cruz Roja y con apoyo de siete países, que fue suspendida el 31 de diciembre.
Las FARC habían prometido entregar también al hijo de Clara Rojas y de un guerrillero, Emmanuel, nacido en cautiverio, pero no estaba en su poder sino en un albergue estatal en Bogotá, lo que fue denunciado por el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quien acusó al grupo insurgente de mentir.
Rojas fue secuestrada en febrero de 2002 junto a Betancourt, mientras González lo fue en septiembre de 2001.
El operativo
El operativo había empezado temprano, con la partida de dos helicópteros venezolanos con insignias de la Cruz Roja desde Caracas a San José del Guaviare, y desde allí hacia la selva, según "las coordenadas" que las FARC hicieron llegar el miércoles a Chávez.
En las naves viajaron cuatro delegados de la Cruz Roja, el ministro del Interior venezolano, Ramón Rodríguez Chacín; el embajador de Cuba en Venezuela, Germán Sánchez Otero, y la senadora colombiana Piedad Córdoba, quienes fueron recibidos en el Guaviare por el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, e Iván Rojas, hermano de Clara.
Según algunas versiones, el lugar de la liberación fue cercano al pueblo selvático de Tomachipan, sobre el río Inirida y a unos 100 kilómetros de San José del Guaviare.
Chávez fue el primero en anunciar, en medio de una recepción a un ministro de Dominica, que Rojas y González ya estaban en poder de la Cruz Roja, que había hablado "con el jefe de la patrulla" de la guerrilla y con las mismas dirigentes y que le informaron que "su estado es bueno".
Apenas minutos después, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó la liberación y aprovechó la oportunidad para asegurar que quedó claro que "no hacía falta despeje militar" (como exigen las FARC), sino "voluntad" para cumplir la palabra.
El acuerdo incluía que los helicópteros debían esperar a lo sumo una hora la llegada del grupo de las FARC y, ocurrida la entrega, dos horas más antes de despegar, en espera de que los guerrilleros volvieran a replegarse en la selva.
Colombia había habilitado el aeropuerto de Yopal, en un sitio intermedio entre Guaviare y la frontera venezolana, por si las naves debían reabastecerse antes de volver a Venezuela, pero ese paso no fue necesario y los helicópteros fueron directamente a Santo Domingo, en el estado de Táchira.
Fuentes: AFP - Telam































