Luego de años en constante crecimiento, dando dos shows a sala llena en el Gran Rex, girando y formando parte de diversos festivales de renombre, Nafta realizará un tour por el país presentando las canciones de “Nafta II”, su segundo disco de estudio. Con fechas durante agosto y septiembre, la banda se estará presentando en La Plata, Rosario, Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Bahía Blanca y Mar del Plata, y culminando con un show en el mítico estadio de Luna Park, en la ciudad de Buenos Aires, el viernes 3 de noviembre.
El paso santafesino será el jueves 14 de septiembre a las 21. Las entradas están a la venta en la boletería de Tribus (de miércoles a domingo, de 18 a 0) y a través del sistema Ticketway y sus puntos de venta (online y físicos).
Para entrar en el proceso de gestación de esta expansión de este particular universo sonoro, El Litoral conversó con Magamo (acrónimo de Matías García Molinari, guitarrista y cantante), cabeza de una compañía que se completa con las voces femeninas de An Espil y Abril Olivera, Tomás Sánchez en batería, Simón Grunblatt en teclados, Brian Vainberg en bajo, Manquel “Tito” Lo Presti en sampler, Guillermo “Willy” Avender en saxo y Ewi y Agustín Ruiz Panelo en percusión.
Expansión
-¿Cómo fue el proceso de hacer “Nafta II”, desde la composición a la grabación?
-“Nafta II” surge a partir de la experiencia de lo que lo que generó el primer disco: después de salir a tocarlo, salir de gira y empezar a experimentar qué sensaciones nos dejaba tocar esos temas. A partir de eso empezaron a surgir nuevas inquietudes desde lo musical, en qué lugares nos sentíamos más cómodos; y empezar a explorar algunos matices nuevos en cuanto a tempos, velocidades de los beats, de las canciones. También empezar a explorar un poco nuevas formas de componer, nuevos sonidos: incorporamos el sonido de la guitarra de nylon.
“Duele” fue el primer tema nuevo que salió después del primer disco, y abrió como una puerta al desarrollo de arreglos de cuerdas más elaborados.
-Lo cual implica también una expansión del proyecto a nivel sonoro.
-Sí, y de que también necesitamos alguien que los toque en vivo: cuando no teníamos a la orquesta a disposición, que es sólo en ocasiones especiales, necesitamos alguien que pueda tocar eso, que ya era una cuestión más elaborada.
Fueron apareciendo nuevas inquietudes, desde hacer arreglos de cuerdas más elaborados, o desde componer armonías que salieron de beats con samples: hay un tema que es un beat con un sample de un piano de Bill Evans; y a partir de eso Simón le generó toda una nueva armonía, que quizás si no hubiésemos partido de ese sample no se nos hubiese ocurrido nunca.
Fueron apareciendo nuevas maneras de componer, nuevas búsquedas, muchas ganas de evolucionar en cuanto a la producción de los temas: componemos produciendo al mismo tiempo, armando todo el tema; no es que agarro la guitarra y compongo un tema y después lo tocamos a ver qué pasa.
-Se va armando sobre el arreglo.
-Hay distintas formas de cómo van surgiendo los temas: algunos salen de zapadas, otros más de del laboratorio, de estar ahí con la compu y armar maquetas con percu e ir imaginándote todo.
-Si ya estaba tan producido, la grabación debe haber sido más expeditiva.
-En realidad también la grabación fue parte de este proceso de producción: hicimos una jornada de grabación de algunas baterías y bases; teníamos algunos temas más avanzados, otros eran ideas sueltas. Nos juntamos en Amazónica, que es el estudio de Willy, el saxofonista, grabamos dos o tres temas que ya teníamos, algunas bases que estaban medio verdes, y algunas ideas. Después eso se recontra trabajó durante más o menos medio año. A partir de ahí, con algunas bases ya grabadas se crearon las canciones.
-La composición y el disco se fueron haciendo a la par.
-Sí, no es que no es que preprodujimos y después fuimos a grabar: fue todo al mismo tiempo. Hoy en día hay herramientas que te permiten grabar muchos instrumentos en tu casa, las voces, las guitarras; todo lo que es por cable, como los teclados. No estás tan limitado a ir dos días a un estudio y tener que meter todo: las tomas de las voces, las guitarras, los teclados. Íbamos trabajando cada tema por separado, con el nivel de desarrollo que tenía cada tema.
Secuela
-El primer disco se llamaba “Nafta”, tenía una lógica. ¿Por qué decidieron simplemente numerar este segundo trabajo como “Nafta II”?
-Una de las de las principales razones es que es una continuación del primero, en cuanto a la temática que abarca el disco: hay una historia que se continúa, que está plasmada en los videos de los dos discos, que están en YouTube. Son historias que se empiezan a entrelazar entre sí, están relacionadas.
Y también me parecía que “Nafta II” es una invitación a descubrir el primero. Entiendo que hay mucha gente que se encuentra primero con “Nafta II”, que con el uno; si te llega un “Nafta II” es porque hay un “Nafta I”, te vas a escucharlo. Un poco es esa la invitación: de alguna forma este “Nafta II” sirve como complemento del primero, y como un abanico de nuevos matices que terminan generando un repertorio entre los dos discos, que tiene muchas variantes y matices.
-Un poco como cuando éramos chicos, veíamos una película, “Pesadilla 4”, y uno pensaba: “¿Cómo serán las otras tres?”.
-Sí. También para mí poner un título a un disco es muy determinante, estás diciendo mucho; y no sentía que haya una palabra o una frase que lo represente como para darle un marco. Aparte tiene esa cosa medio épica de De “Led Zeppelin I”, “II”; o “Pappo’s Blues I”, o “Pescado Rabioso I”, “II”.
Relato visual
-¿Cómo surgió la idea de armar tanto este álbum como el anterior como película para YouTube, bajo la dirección de Pablo Rojzman?
-Cuando la banda tenía tres canciones o cuatro, recién empezábamos, surgió esta idea de que todo esté entrelazado como capítulos de una historia; y esto ayudaba un poco a la composición y a resolver la crisis de la hoja en blanco, “¿de qué hablo?”.
Empezó a aparecer esto de contar una historia a través de escenas; y cuando estaba por salir el disco, si bien estaban estas historias puestas en las letras, consideramos que estaba bueno darle un marco visual, como para que sean un poco más evidentes estas conexiones entre los temas.
De ahí surgió generar una escena simple que represente de lo que hablaba el tema. Ahí nos encontramos con un nuevo formato para contar historias. En el segundo decidimos seguir explorando por ahí: cómo se puede contar una historia con distintas herramientas: las letras son más parecidas a un guión de una película que a una poesía cargada de metáforas. Parecen más diálogos de la vida real que un poema elevado hablando del crepúsculo.
Conexión
-“Andate” ya se convirtió en un hit viral: la gente lo usa para videos en Instagram. ¿Cómo están viviendo el hecho de que hay una canción que de pronto los excede? Hay gente que no los conocía y llega a través de la canción.
-Siempre que hay un compilado de canciones, como son los discos, hay alguna que sobresale por ciertas características. “Andate” tiene varias cosas que llaman la atención, y es entendible que sobresalga y sea el primer tema que genera esa cosa innovadora y explosiva. Pero en el disco también hay otros temas que son quizás menos impactantes a primera escucha, pero que también tienen una profundidad muy interesante. Y eso también era la idea: que hace un poco de todo.
-Un tema que para mí es de los más lindos del disco es “A mi lado”; pero por las características del tema tiene otra pegada. Hay temas que cuando sacás el disco explotan muy evidentemente al principio, y hay otros que tardan para que la gente diga: “Ah, escuchá este tema: se me había pasado”. Es por las características que tienen en lo sonoro, en el impacto de un estribillo.
Por ejemplo en el primer disco pasó con “Vení mirá”, que al principio no generaba mucho; hasta que de repente se descubrió, y es uno de los temas más escuchados y que en vivo la gente más canta. Es un tema que arranca con un solo de teclado de un minuto, no tiene ese ingrediente hitero radial, cuando la voz arranca a los 15 segundos de empezado el tema: primero tenés que escuchar un solo y de repente arranca la canción.
Familia artística
-Tienen un montón de proyectos que comparten por afuera, hay proyectos solistas, trabajos como sesionistas para otros artistas. ¿Cómo se compatibiliza el trabajo de músicos profesionales con poder juntarse para sostener Nafta?
-Es cuestión de organizarse y respetar los otros proyectos: Está Abril con su proyecto, Anita con el suyo, varios tocamos en los Militantes del Clímax. Cuando alguno tiene una fecha importante se le da ese lugar; se va charlando todo para que haya el mínimo quilombo posible en cuanto a lo organizativo.
-Y a nivel y a nivel humano, ¿cómo se sostiene el grupo?
-Es de las cosas que más emocionan del proyecto, y corrobora que las formas de hacer las cosas terminan determinando el resultado de las mismas. El grupo humano que se armó es increíble, los vínculos: ya pasamos de ser amigos a ser familia, casi. Va pasando el tiempo y se crean lazos muy fuertes con los integrantes del proyecto, y la pasamos muy bien: en definitiva se trata de eso, de hacer algo que aporta a la cultura y a la música, disfrutándolo y pasándola bien. Y siendo conscientes del privilegio de poder estar haciendo esto.
Subiendo la vara
-El 3 de noviembre van a estar en el Luna Park. ¿Cuál es la expectativa?
-Es una locura: tocar en el Luna Park es un sueño para cualquiera: un lugar tan histórico y emblemático nos pone los pelos de punta. Va a ser un poco el cierre de una gira, así que vamos a tocar con la banda bien sólida, de venir tocando de antes: los shows están saliendo muy bien. Vamos a ir con la orquesta al Luna. Siempre apuntando alto en cuanto a lo artístico, tratando de hacer lo mejor posible dentro de lo que esté al alcance, con una felicidad total.
-¿Cómo sigue de ahí en adelante la actividad?
-Después del Luna hay un par de fechas por confirmar, pero la idea es seguir presentando el disco por el país, y quizás pegar alguna visita por Uruguay, por Chile: ahí estamos viendo a dónde pinta ir, dónde hay posibilidades.