Camioneros en riesgo: Fatac pedirá protección a la Justicia

Por Luis Rodrigo
politica@ellitoral.com

El titular de la Federación Argentina de Transporte Automotor de Cargas (Fatac), Vicente Bouvier, dijo a El Litoral que esta semana presentará un recurso de amparo contra el extendido uso de la fosfina, un gas venenoso que se utiliza para matar gorgojos y otras plagas, en las cargas de soja y cereales.

Vamos a pedir que “de manera expedita y rápida, el Poder Judicial ordene la detener las fumigaciones sobre los camiones que transportan cereales que tienen insectos, algo que la ley ya prohíbe”, dijo Bouvier.

El transportista expuso una situación desesperante: “el problema es que hay productores agropecuarios, acopiadores y exportadores que por ahorrarse mil pesos obligan a los camioneros a aceptar que les fumiguen la carga. Y el conductor, que es responsable de la carga, lo tiene que aceptar y quedarse ahí en medio de la ruta, esperando que el veneno haga su efecto, hasta por 3 días. El transportista que rechaza una fumigación así sabe que después no tiene más cargas con ese cliente, es así”.

Bouvier destacó que en el fondo se trata de un problema moral, además de económico: “Hay otros productores que sí son responsables y antes de llamar al camión llevan sus cereales o su soja a centros de rehabilitación de granos, que hacen con las condiciones que corresponden la fumigación, sin riesgos”. Esas cargas, que luego se ventilan, libradas de gorgojos u otras plagas, llegan a destino sin problemas. La diferencia: “ahorrarse entre 300, 700, pongamos como mucho 1.000 pesos”.

Denuncia

“Nosotros venimos denunciando estas metodologías desde hace 20 años, desde que se constituyó la mesa de tarifas en el seno del Ministerio de la Producción de la provincia. Pero acá hay un problema de fondo: la ausencia total del Estado, en especial el Estado Provincial, que debería velar por la vida, aquí nos vamos a presentar ante la Justicia para proteger el valor más importante: la vida”, dijo Bouvier.

Tras destacar que los cereales y las materias primas son “el pilar de nuestra economía”, se preguntó: “¿qué pasa con esos cereales envenenados? ¿dónde van cuando están fumigados? ¿quién los consume y qué consecuencias hay a partir de eso...? Y eso nos transporta a la idea imaginaria sobre qué reacción tienen nuestros clientes internacionales cuando el cereal contaminado llega a destino”, planteó.

El dirigente disparó contra todos los actores de la cadena de producción y comercialización que dejan a quien conduce el camión “entre la espada y la pared”. Es que “si rechazan que fumiguen su camión no vuelven a tener cargas con ese cliente”.

Días sin dormir

Bouvier dijo que cuando un camionero descubre que su carga tiene gorgojos y acepta la fumigación ilegal (a la vera de la ruta) puede estar hasta tres días en el vehículo, sin ningún servicio sanitario. “Cuando finalmente podés descargar y tuviste la suerte de no sufrir ninguna intoxicación, igual estás tan cansado que lo único que querés es volver a tu casa: sea que vivís en el interior de Santa Fe, en Salta o en donde sea, y así se maneja durante el regreso, con esas pésimas condiciones”, comentó.