Los argelinos descubrieron hoy de nuevo una faceta sangrienta del terrorismo islamista al darse a conocer el hallazgo de los cadáveres de veintidós niños, localizados en una gruta que servía de refugio a un grupo salafista. Según las informaciones que aparecen hoy en el diario Liberté, los niños y sus madres convivían con los miembros de una sección del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) denominada "Ibas Errahman". La banda utilizaba como refugio una gruta natural de 800 metros de longitud, localizada en los montes de Sedat, en la provincia de Yiyel, que fue objeto hace diez días de una operación militar destinada a desalojarlos. Gracias a las informaciones obtenidas de un terrorista que se rindió a las autoridades, se sabía de la existencia de ese comando, compuesto por cerca de medio centenar de hombres, además de las mujeres y los niños. Tradicionalmente, los terroristas de inspiración religiosa realizan matrimonios de conveniencia con familiares de la banda, y esposas e hijos se ven obligados a convivir con ellos en sus refugios. También se han dado muchos casos de jóvenes secuestradas llevadas a los refugios, donde muchas de ellas han sido asesinadas después de haber sido violadas. Pero, hasta ahora, jamás se tuvo conocimiento del asesinato, por parte de los terroristas, de sus propios hijos, tal y como ha ocurrido en Yiyel, lo que da idea de la extrema descomposición moral en que sobreviven los últimos restos del terrorismo integrista argelino. Al iniciarse el bombardeo de la gruta, y según las informaciones que publica el matutino, sin confirmación oficial por el momento, los integristas no vacilaron en colocar cinturas de explosivos a los niños y las hicieron detonar para impedir el avance de la unidad militar que los asediaba. Las autoridades argelinas tan sólo han confirmado que, como sabían de la existencia de mujeres y niños, solicitaron a los terroristas que se rindieran, y al no lograrlo procedieron al bombardeo. Según los primeros datos oficiales dados a conocer hay diez terroristas abatidos y el descubrimiento de los cadáveres de tres mujeres y un niño. La muerte de los otros niños se habría producido el sábado pasado, cuando las fuerzas militares progresaban al interior de la gruta. Un oficial del Ejército citado por el diario afirmó que la "primera línea de defensa" de los terroristas estaba formada por veintiséis personas, veintidós niños y cuatro mujeres, que quedaron destrozados al detonar las cargas explosivas que les habían colocado. El terrorismo integrista, que según el Gobierno ha quedado prácticamente eliminado, se reduce actualmente a los comandos que existen en las zonas montañosas, en particular en la Cabilia. El GSPC es la banda más activa en esas zonas, y sus efectivos se situarían entre 700 y 800 individuos dispuestos a continuar la "guerra santa" por el establecimiento de una república regida por las leyes islámicas de la "Sharia". Los salafistas han rechazado todas las ofertas de compromiso y amnistía hechas por el Gobierno, y aunque disminuidos mantienen la consigna de seguir con sus matanzas. Miles de terroristas se han rendido para beneficiarse de las medidas de reconciliación de las autoridades, pero los salafistas y los últimos residuos del Grupo Islámico Armado (GIA) no se deciden a bajar de los montes. También han recobrado la libertad más de 2.000 otros terroristas que estaban encarcelados y cumplían condena por sus actividades, dentro de las mismas medidas de clemencia. La Carta por la Paz y la Reconciliación, aprobada por referéndum en septiembre pasado, es la última medida de clemencia que el régimen argelino ha ofrecido a los extremistas a instancias del propio presidente Abdelaziz Buteflika. En agosto de este año vencerá el período de vigencia de tal medida y el Gobierno ha asegurado que combatirá con todos los medios a su alcance a los terroristas que en esa fecha no se hayan rendido. Fuente: EFE






























