1) En Colastiné y La Guardia, por ejemplo, ``la gente compra un terreno bajo y después lo rellena'', lo que implica también ``ganarle espacio al río'' y ``perjudica a sus vecinos porque el agua que antes se almacenaba ahí, se la tira a ellos''.
2) No sólo los particulares le faltan el respeto a los afluentes: ``La Universidad Nacional del Litoral ocupó el área de inundación del río Paraná en el barrio El Pozo, que es de dominio público y está por debajo del nivel de río''.
3) Las defensas, al final, no son beneficiosas: ``La defensa me sirve para que el agua no entre si está bien hecha, pero impide que salga de adentro, por lo que necesito equipos de bombeo para sacarla. Claro que si yo no tengo reservorios, nunca puedo devolver el agua al río''. Por otra parte, Villauría está convencido de que las defensas provocan una sensación de ``protección'' en aquellas personas que se asientan en espacios que son del río, por lo que no deberían estar.




































