"La idea fue generar un espacio de pura diversión"

Con amplia trayectoria, Marshall tiene en su currículum varios trabajos como autor de televisión, entre los que sobresalen “Resistiré” y “Patito Feo”. En 2011 publicó su primera novela “Enigma para famélicos”. Foto: Archivo El Litoral

Juan Ignacio Novak

jnovak@ellitoral.com

Desde el lunes 1º de julio se emite C.A.P.O.S (Club Argentino de Pibes Organizados en Secreto), un programa producido por Canal 7 y PakaPaka, construido en base a sketches y diálogos absurdos, que sirve para abordar los temas que interesan y preocupan a los chicos. Entre los creadores de esta tira, figura Horacio Marshall, oriundo de la localidad de María Juana, quien con varios años de residencia en Buenos Aires, ostenta en la actualidad una amplia trayectoria como guionista de televisión y una incipiente experiencia en el terreno de la novela.

El autor, que durante su carrera participó como colaborador autoral en éxitos de la pantalla chica argentina como “Resistiré”, “Luna salvaje”, “Chiquititas”, “Kachorra” y “Patito feo”, reflexionó acerca del proceso creativo que derivó en C.A.P.O.S, donde figura en los créditos como coautor junto a otros cuatro guionistas. Aseguró que se siente “cómodo trabajando para niños y jóvenes” y que “teniendo en cuenta la gran economía de medios y de presupuesto, creemos que es digno de llegar a la audiencia infantil”.

—¿Cómo surgió la idea de C.A.P.O.S.? ¿Cuál es su premisa central?

—La idea de C.A.P.O.S. (Club Argentino de Pibes Organizados en Secreto) fue generar un espacio de pura diversión donde los códigos de los adultos estuvieran trastrocados y los chicos pudieran, de alguna manera, parafrasearlos y reírse de la solemnidad adulta y del famoso “cuando seas grande vas a entender”. Se parodia básicamente el mundo de los grandes y también se apela al humor absurdo de manera permanente.

Trabajo intenso

—¿Cuánto tiempo de trabajo previo hay en un programa como éste, antes de que salga al aire?

—El programa incluye más de veinte sketches distintos y cada uno tiene su punto de partida y su objetivo. Una vez que nos gustaba la idea (lo digo en plural porque fuimos cinco autores los que trabajamos de manera conjunta), empezábamos a darle forma. Fue un trabajo de varios meses hasta lograr un corpus total de unos cincuenta programas de media hora.

—Otra vez, como en “Patito Feo” apuntás al público infanto-juvenil. ¿Te sentís más cómodo al trabajar para ese segmento?

—De verdad me siento cómodo trabajando para niños y jóvenes. Las posibilidades de la imaginación son infinitas. En el caso de los chicos, te permite exceder todas las fronteras de la racionalidad y eso es muy fructífero desde el punto de la creación de personajes y situaciones. C.A.P.O.S. específicamente me permitió experimentar con el humor absurdo, especie en la que yo no había incursionado antes.

—En la tira (según se anunció) se busca reflexionar sobre los temas que afectan y preocupan a los chicos y chicas del país. ¿Cuáles pensás que son, en general, estos temas?

—Siendo Paka Paka uno de los productores del programa (el otro es la TV Pública), lo que se buscó fue “federalizar” la propuesta y que los temas tratados en el programa no se circunscribieran (como suele ocurrir) solamente a Buenos Aires. Desde ese punto de vista, se evitó el tratamiento excesivamente urbano de los temas. En el catálogo de esos temas, básicamente hemos incluido todos aquellos tópicos del mundo adulto que resultan misteriosos e interesantes para los niños.

Producto digno

—¿Podrías señalar alguna influencia particular para este trabajo? ¿O se trata de una idea completamente original?

—Como señalé recién, creo que quedan muy pocas ideas originales en el mundo de la TV. Si tuviera que citar antecedentes de este programa creo que uno probable sería Magazine For Fai (que, no obstante, era una parodia de programa periodístico hecha por chicos). C.A.P.O.S., en cambio, es una serie de sketches que ficcionaliza la vida adulta desde la óptica de los más pequeños.

—¿Cómo ves el resultado general del producto?

—Teniendo en cuenta que se hizo con una gran economía de medios y de presupuesto, creemos que el resultado del producto es digno de llegar a la audiencia infantil. Lo que más me gusta de este programa es que en cualquier canal de provincia se podría realizar de manera bastante similar. Porque no necesita efectos especiales ni pequeños grandes actores. Sólo un buen guión, una buena dirección y ganas de divertirse.

"Me siento cómodo trabajando para niños y jóvenes”, Las posibilidades de la imaginación son infinitas. HORACIO MARSHALL Guionista De Televisión

El dato Remixar

• Para Marshall, “en este momento en especial y en la televisión abierta en particular, no hay muchas propuestas dirigidas al público infantil. Hay más programas dirigidos al público juvenil”. En este sentido, opinó que “cuando se escribe para TV hay que tener en cuenta que ya casi no quedan ideas originales para sacar de la galera. Por eso, hay que apelar al remixado de formatos para aspirar a un guión novedoso y capaz de atrapar el interés de los chicos, que desde muy temprana edad son bombardeados con historias y muy pronto cuentan con un imaginario muy bien nutrido”.