La Fórmula 1 podría enfrentar este jueves una situación inédita en el Gran Premio de Las Vegas: entrenar con la pista mojada por primera vez desde que el circuito urbano se incorporó al calendario. Las previsiones meteorológicas anticipan un riesgo creciente de precipitaciones que ya genera preocupación entre los pilotos, especialmente por las bajas temperaturas que caracterizan al trazado.
Tensión en la F1: posibles entrenamientos bajo el agua en Las VegasLas Vegas y el condado de Clark han sufrido en los últimos días lluvias torrenciales que obligaron al Servicio Meteorológico Nacional a emitir una alerta de inundaciones el martes por la noche.
Aunque el agua acumulada no afectó directamente al circuito de 6,2 kilómetros —diseñado en torno al icónico Strip— sí dejó en evidencia la vulnerabilidad de la ciudad frente a tormentas intensas.
Pista fría y lluvia: la combinación que inquieta a la F1 en Las VegasDe acuerdo con Meteo France, proveedor oficial de la FIA, la segunda práctica del jueves por la noche será el momento más crítico: un 40% de probabilidad de lluvia, duplicando el margen de la FP1 y superando ampliamente las previsiones para la actividad del viernes. La carrera del sábado, por ahora, se proyecta con cielo seco.
Una pista con historial complicado
El circuito de Las Vegas es considerado uno de los más resbaladizos del calendario incluso en seco, debido a las bajas temperaturas nocturnas y al asfalto urbano. Para este fin de semana se esperan mínimos cercanos a los 10 °C, varios grados por debajo del promedio anual.
Pista fría y lluvia: la combinación que inquieta a la F1 en Las VegasSumar agua a semejantes condiciones no es un escenario deseado. Lo explicó con crudeza Yuki Tsunoda (Red Bull):
“Será una sesión muy picante. Nadie manejó aquí en mojado. Con estas temperaturas y con neumáticos intermedios es casi imposible generar temperatura.”
La preocupación es compartida por los protagonistas. El líder del campeonato, Lando Norris, advirtió que la situación podría resultar “desagradable” y representar “un desafío insano”.
“No hay margen de error. El circuito es rápido para ser urbano, con muchas líneas blancas y pintura que en mojado se vuelve terrible. Si no se seca rápido, será durísimo.”
Un desafío que puede definir el fin de semana
El gran problema es el mismo que marcó las últimas ediciones del Gran Premio: lograr que los neumáticos Pirelli entren en la ventana adecuada de temperatura. Mercedes dominó 2024 gracias justamente a su capacidad para calentar las gomas en segundos, una virtud que podría volver a ser decisiva.
Lewis Hamilton, hoy piloto de Ferrari, lo sintetizó sin rodeos: “Probablemente este sea el circuito más resbaladizo al que vamos. Hacer funcionar los neumáticos aquí ya es difícil con frío; en mojado sería aún peor.”
La combinación de rectas larguísimas, frenadas bruscas y curvas de 90 grados hace que el calentamiento del neumático sea extremadamente irregular, favoreciendo el graining y disminuyendo la estabilidad en los sectores más rápidos.
El paddock se prepara para un jueves tenso
Aunque los organizadores aseguraron que el Gran Premio no corre peligro, el jueves podría marcar un punto de inflexión en el fin de semana. Las sesiones nocturnas en mojado no sólo pondrán a prueba a los pilotos, sino también a la infraestructura del circuito y al trabajo de los equipos.
Si la lluvia finalmente llega, Las Vegas vivirá por primera vez un entrenamiento oficial bajo el agua, en un escenario que promete tensión, espectáculo y mucha incertidumbre.