Un sancarlino que brilla con el hierro

Por José Zenclussen
jzenclussen@ellitoral.com

“Ser artesanos es dejar que el alma salga a la luz, transformada en una obra”, es lo primero que se lee en un cartel al llegar a su taller en San Carlos Centro. Con esta frase, Remigio Eberhardt sintetiza lo que el visitante encontrará al recorrer cada una de las obras que en estos cuatro años fue creando con un solo elemento: el hierro.

“Un día de vacaciones en Brasil, visité una tienda de artesanos que me impactó mucho porque había motos en miniatura con materiales reutilizables. Debido a que las motos son mi pasión, pensé en no comprarla en ese momento, sino fabricarla con mis propias manos algún día.

Pasados algunos años, comencé a explorar el maravilloso mundo del arte y a crear mis primeras artesanías con materiales de descarte que se encontraban en mi taller”, comentó a El Litoral Eberhardt sobre como arrancó a fabricar estas magníficas piezas de hierro.

A cuatro años de la fabricación de aquella primera obra, Remigio fue premiado y reconocido en los diferentes eventos donde fue presentando sus trabajos. “Nunca pensé que todo esto iba a ocurrir, el solo hecho de tener la posibilidad de presentar mis trabajos en encuentros de artesanos es una gran satisfacción. Los reconocimientos de la gente me llevaron a continuar con este interés por seguir creando obras”, sostuvo.

El artesano sancarlino precisó que en un principio comenzó a mostrar las obras en fiestas que se llevaban a cabo en la zona, encuentro de autos y otros eventos. “En el año 2011, tuve la suerte de participar en la Fiesta de la Artesanía en Colón donde se congregan artesanos nacionales e internacionales. Fue toda una sorpresa para mí”, indicó.

Además de su participación en Entre Ríos, estuvo presente en la localidad de Capitán Sarmiento (Buenos Aires) y en la Fiesta del Nacional del Poncho en Catamarca, donde uno de sus obras fue premiada.

“Fue una alegría muy grande poder participar allí donde muchísima gente visita los 800 stands que se preparan en la fiesta a lo largo de 10 días. La satisfacción fue aún mayor cuando uno de mis trabajos fue reconocido por los jurados, el Nautilus fue una pieza novedosa para el evento, del cual recibí una mención de honor”, manifestó.

Eberhardt agregó que este tipo de reconocimientos le da muchas más fuerzas para seguir haciendo obras. “El hecho de haber encontrado amigos nuevos en cada muestra, de conocer gente nueva con la que uno puede intercambiar experiencias es muy lindo. Todo sirve para mejorar la técnica y la finalización de los trabajos”, afirmó.

Trabajos

Tuercas, codos de plomería, chapas, viruta, bulones, cruzetas y cadenas y un sinfín de elementos en hierro son la “materia prima” que Remigio Eberhardt utiliza para crear sus obras. En cuanto a sus trabajos, el artesano manifestó que nunca se dedicó a hacer obras de un solo tema, siempre fue innovando en ese aspecto.

“Me gusta ir cambiando, ahora me estoy dedicando a realizar imágenes que son lo más difícil de llevar adelante en este tipo de trabajos. La obra del Sagrado Corazón de Jesús tiene más de 230 horas de trabajo, el rostro esta hecho a martillo y el resto -nariz, cejas, boca- es rellenado con soldadura eléctrica. Nunca me salgo del metal para realizar las obras, el cabello y barba con viruta del torno”, puntualizó.

La última que estuvo trabajando es un perro. “A mí me encantan los animales y en especial los perros. En este caso realice un Cocker, que fue finalizado en los últimos días del mes de enero de 2014”, indicó.

Remigio agregó que en una de sus últimas obras hizo un cambio en los materiales, combinando de piedra y hierro. “Esto me permitió crear una vaca y un toro, muy pintorescos”, precisó.

Por otra parte, Eberhardt indicó que hay obras que tienen que ver con recuerdos de su familia y por ello es muy complicado que se desprenda de sus obras. “En el caso del Chevrolet 1929, es el primer vehículo que tuvo mi familia. Yo incluso con mis hermanos y padres salíamos a pasear en este vehículo, cuando se lo presenté a mis hermanos quedaron todos encantados. A pedido de la gente del “ovalo” construí una réplica original del Ford T 1914”, sostuvo.

En cuanto al tema de las motos, el artesano explicó que es una pasión que trae desde joven. “La primera moto que lleve a cabo fue con material reciclado. En tanto, la Honda 250 y Harley-Davidson son réplicas originales, ahí hay más trabajo porque uno debe construir pieza por pieza”.

Eberhardt agregó que las cubiertas son de goma hechas en el torno, “el dibujo de las cubiertas están hechas con el disco angular”, afirmó.

En este sentido, otra de las piezas que más recuerdos le trae es el carro lechero, con sus tachos y medidas hechas a escala y con todos los detalles. “Es un grato recuerdo de la niñez, cuando éramos chicos vivíamos en el campo y mi papá tenía un reparto de leche en San Carlos. Por ello, tuve la idea de hacer exactamente hasta el último detalle el carro lechero con el que todos los días salía a vender la leche”, aseguró.

A futuro

Sobre las obras que comenzará a construir en los próximos meses, Eberhardt indicó que comenzará a trabajar en una pieza más difícil que las anteriores, “la idea es ir superándome”.

Sobre este tema, Remigio manifestó que la idea es no adelantar de qué se trata la obra para que sea una sorpresa. “Te puedo anticipar que será con material reciclado, con cadenas de motos y motores de autos. La idea es empezar en los primeros meses de invierno por un tema de confort al trabajar con las piezas”, precisó.

Por último, anticipó que durante el mes de mayo su obra será presentada en el Museo de la Colonia en San Carlos Centro. “A partir del sábado 17 de mayo y por treinta días mis trabajos estarán disponibles en el museo de la ciudad para que la gente tenga la posibilidad de apreciar mis obras. Será la primera exposición que hago en San Carlos, siempre expuse mis obras en otras provincias o ciudades de la región”, sostuvo.

Legado

Entre sus trabajos sobresale un enorme tractor con un arado. “Es un tesoro de la familia, que hizo mi padre, José Benito Eberhardt, cuando tenía 13 años, demoró dos años en hacerlo. Cuando él murió llevamos esta réplica al museo, en calidad de préstamo, pero después lo retiramos para participar en la Fiesta del Tractor en López y ahora lo tenemos acá”, aclaró.