Un informe publicado días atrás advertía sobre la alta incidencia que tienen en la Argentina los casos de Síndrome Urémico Hemolítico que se registran en el mundo. Acercando un poco más el enfoque, se informaba que Santa Fe se encuentra entre las provincias más afectadas, junto con la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Neuquén. En el Hospital de Niños Orlando Alassia, de esta ciudad, se registran desde 1999 un promedio de 17 casos, aunque en 2005 fueron 11, y 6 en lo que va de este año. Como ``unidad centinela'', que realiza además una vigilancia sanitaria, el nosocomio registra y denuncia cada caso. El SUH es de denuncia obligatoria. El Dr. Gustavo Ezcurra es médico infectólogo pediatra y está a cargo de la División Programas Prioritarios del Hospital de Niños. En diálogo con El Litoral, explicó que el SUH es un síndrome porque es un conjunto de síntomas y signos, y es una complicación de una infección causada por la bacteria Escherichia colli, productora de la toxina (verotoxina) que ocasiona la enfermedad. ``Esa toxina puede ser liberada en el organismo, producir una diarrea por sangre y pasar a sangre por el intestino e ir al riñón, vasos sanguíneos o sistema neurológico, en algunos casos''. Siguiendo con la denominación, es urémico porque puede producir un trastorno renal y constituye la causa más frecuente de insuficiencia renal aguda en la Argentina; y hemolítico porque ocasiona la destrucción de glóbulos rojos y/o plaquetas. Hábitos de consumo ¿Por qué la Argentina es un país de alta incidencia? Porque el nuestro es un país de alto consumo de carne y por los hábitos que caracterizan ese consumo, explicó el médico. ``La gente está habituada a comer carne jugosa'' y ese punto de cocción no alcanza a matar la bacteria. ¿Por qué la mayor incidencia se da en niños y niñas menores de tres años? ``Por la susceptibilidad. Todos estamos expuestos a infectarnos, pero los chicos son más susceptibles a que esa diarrea no sea autolimitada y a que la toxina termine pasando a la sangre; por mayor inmadurez inmunológica y porque la bacteria tiene más facilidad para adherirse a los órganos que luego se complican''. Como todas las infecciones, se presenta en distintos grados. ``Si un chico ingresa con anuria (sin orinar), es necesario preguntarse si hubo diarrea con sangre. Es una patología que el médico tiene en cuenta por ser la Argentina el país con más alta incidencia''. Aunque, a veces -aclaró-, puede no presentarse de la manera típica y confundir. De todos modos, Ezcurra señaló que ``más del 90 por ciento se cura y el síndrome no deja secuela, pero hay un porcentaje bajo de pacientes que pueden quedar con insuficiencia renal crónica''. Prevención y diagnóstico Para Ezcurra, las medidas de higiene en la manipulación de los alimentos y los métodos de cocción seguros son formas efectivas de prevención. ``No es solamente la carne lo que puede estar contaminado, ni sólo la hamburguesa, que presenta dificultad para cocinarla completamente. También se ha encontrado en jugos sin pasteurizar, alfalfa y otros tipos de alimentos''. Hay otras estrategias de prevención, si bien, en etapa de investigación. Refieren a la búsqueda de medicamentos que impidan el paso de la bacteria al intestino, la contaminación del ganado; a frenar la incorporación al organismo o a bloquear el pasaje de la toxina a la sangre. Mientras tanto, conviene consultar con un profesional cuando se presentan diarrea con sangre y signos de alarma tales como que el paciente no orine bien o repentinamente se ponga pálido, "porque el diagnóstico precoz hace al pronóstico del paciente".

































