Por Daniel Gabriel Otero (*) Bloguero y fotógrafo. Fundador de la Banda Sinfónica Municipal de la ciudad de Santa Fe y del Museo Ferroviario Regional.

Por Daniel Gabriel Otero (*) Bloguero y fotógrafo. Fundador de la Banda Sinfónica Municipal de la ciudad de Santa Fe y del Museo Ferroviario Regional.
Durante los meses de marzo y abril pasados, en las instalaciones del Museo de Arte Contemporáneo de Santa Fe (MAC) pudo apreciarse la muestra interactiva denominada "Mirada con Ciencia: estructuras y colores". Se trató de una propuesta colectiva de artistas junto a docentes y alumnos de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral. La muestra estuvo compuesta por objetos, instalaciones, fotografías y pinturas.
La instalación puesta a consideración del público en el MAC se planteaba como una serie de códigos visuales interactivos entre sí, vinculados no solo como elementos temáticos que tienen un eje conceptual en común, sino como un planteo de aleatoriedad de elementos cuyo sostén, es lo micro y lo macro en objetos como en naturaleza.
La propuesta abarcó, o incluyó, el universo 3 D, recurriendo como soporte al 2 D. También estuvo presente en forma permanentemente lo cinético, en un "Loop" con soporte video, el cual reflejaba imágenes obtenidas tanto en ámbitos catedralicios, como en la necrópolis local. Por otra parte, los autores apelaron a la técnica de "backlight", u objetos retroiluminados, tratados en la parte frontal con técnicas de distorsión y diferentes perspectivas -ubicadas en más de un eje-, con el fin de situar los objetos en una realidad virtual que amplificara la muestra al público interesado en la misma.
Es bueno para el espectador recurrir al soporte sonoro (podía hacerlo desde su sillón gamer o reposera, en su domicilio mediante los códigos QR), o al clásico auricular provisto por la institución, para de esta manera, formar parte activa de la "realidad inmersiva" que proponía la muestra. Voces femeninas con distintos timbres explicaban en breves doce capítulos la idea e intencionalidad de la experiencia.
En el caso anterior, había una recomendación para aquellos que no estaban familiarizados con los lectores QR, ya que podían acceder mediante el navegador "Opera" en su dispositivo, que en su extremo derecho posee un ícono similar. Y desde ahí, el conocido repositorio "SoundCloud", le daba la bienvenida al visitante, para que durante media hora pueda conectarse con la muestra. En parte, Gustavo Cerati con el tema "Segunda piel" ambientaba gratuitamente el recorrido.
Desde épocas pretéritas, siempre existió en el ser humano, el deseo de poder ver/ampliar lo microscópico, lo que habita en lo que algunos llaman "Segunda piel". Y aquí lo que podía subyugar al espectador, venía de la mano de fotografías de Marisa Malatesta.
Entonces, aparecían en el MAC las formas del patrimonio santafesino, las que, ampliadas hasta ciertos límites, permitían descubrir las distintas coloraturas y capas que recubren los materiales, para que el ojo humano (que es capaz de reconocer 16.800.000 millones de colores), pueda recorrer tanto los intersticios de luminosos "vitraux" (o vitrales) de nuestros templos, así como la simbólica imagen del Puente Colgante.
Así, por ejemplo, herrajes oxidados se mostraban al natural y con vista microscópica, permitiendo al espectador contemplar la estructura molecular que la componen. Además, jugando con el contraluz de los ventanales, se sostienen desde lo alto frágiles estructuras en 3 D, iluminadas con luz led en su interior, con color rojo, verde, azul (cada pixel del monitor está conformado por la combinación RGB).
Un interesante objeto cerámico el cual anexa una trama ¿molecular? recreada en algún material, se llevaba el interés del visitante, cual ínfimo cántaro bíblico extirpado de alguna fantasía del Rey David. El mismo se enfrentaba a la opulenta magnitud de las cúpulas obtenidas con la técnica fotográfica de "ángulo Nadir", la cual reforzaba conceptualmente la idea de un macrocosmos y recreaba una escena que seguramente hubiesen deleitado a Leonardo Da Vinci o Sandro Boticelli, en el supuesto caso que desearan visitar la muestra.
La propuesta incluyó el universo 3 D, recurriendo como soporte al 2 D. También estuvo presente en forma permanentemente lo cinético, en un "Loop" con soporte video, el cual reflejaba imágenes obtenidas tanto en ámbitos catedralicios, como en la necrópolis local. Por otra parte, los autores apelaron a la técnica de "backlight", u objetos retroiluminados, tratados en la parte frontal con técnicas de distorsión y diferentes perspectivas -ubicadas en más de un eje-, con el fin de situar los objetos en una realidad virtual que amplificara la muestra al público interesado en la misma.




