Prisión para el albañil acusado de haber asesinado a mazazos a su madre

Dos mazazos en la cabeza pusieron fin a la vida de Norma María del Huerto Chapot, la mujer de 80 años que fue atacada en su casa de Santo Tomé, mientras estaba recostada en su cama. Por el brutal crimen fue imputado su hijo, Armando Martín Casco, quien quedó en prisión preventiva este lunes.

El albañil de 47 años fue imputado por el fiscal Matías Broggi, como autor de “homicidio agravado por el vínculo”, calificación que fue sostenida por la jueza Cecilia Labanca al momento de disponer la cautelar de máxima.

Si bien la defensora pública asignada al caso, Virginia Balanda, discutió tanto la acusación como la necesidad de encarcelar a su cliente, la magistrada consideró necesario que Casco permanezca tras las rejas mientras la investigación avanza.

Una remera de la Selección

El primer domingo de febrero la hija de la víctima llamó a una ambulancia porque su madre no respondía. Fue su hermano quien le dijo que la mujer de 80 años tenía sangre en la cabeza. Fue trasladada hasta el hospital José María Cullen, donde falleció.

Los familiares creían que el estado de la mujer tenía que ver con una caída que había tenido el día anterior, algo inverosímil para los investigadores, debido a que el profuso sangrado había iniciado recién esa tarde.

La primera medida que se tomó fue entrevistar a quienes residían en la vivienda de San Martín 3937 junto a la víctima. Así se pudo saber que durante el domingo nadie extraño estuvo en la casa.

Ese día por la mañana la hija de Norma y su pareja salieron temprano, momento en que se cruzaron con Casco, que había consumido estupefacientes y estaba “esperando” para entrar.

El hombre tenía un jean y una remera deportiva de la Selección Argentina. Esto fue corroborado por él mismo cuando fue entrevistado en calidad de testigo, antes de que los investigadores sospecharan de él.

Consumos problemáticos

Ese domingo, el cuñado de Casco regresó a la casa a media mañana escuchó una discusión. La familia sostuvo que Casco y su madre siempre tuvieron un buen vínculo, el cual recientemente se había deteriorado debido a las recurrentes discusiones por su abuso en el consumo de bebidas alcohólicas y estupefacientes.

El hombre se retiró del hogar y volvió pasado el mediodía. Para entonces Casco estaba recostado en su cama, con el torso desnudo. Supusieron que Norma dormía en su habitación, porque la escucharon roncar.

Por la tarde, fue el propio Casco el que se acercó a su hermana y le advirtió que su madre tenía sangre en la cabeza, lo que originó la intervención del 107 y la policía. Cuando comenzaron a trabajar en el lugar, los agentes hallaron debajo de la cama del hoy acusado una maza de albañil ensangrentada, envuelta en una remera de la Selección. El jean de Casco también dio positivo para sangre humana.

A mazazos

El forense que realizó la autopsia determinó que la anciana falleció debido a dos golpes en la cabeza, realizados con un elemento contundente. La herida era contusa, cortante y presentaba desgarro.

El fiscal Broggi dispuso la detención de Casco, a quien atribuyó la autoría del parricidio. Al finalizar la audiencia imputativa, el jueves pasado, el funcionario del MPA brindó algunos detalles del caso.

“La causa de muerte fue un traumatismo de cráneo, un golpe a la altura de la zona de la sien del lado izquierdo, el cual provocó lesiones a nivel óseo y cerebral incompatibles con la vida”, señaló, “entendemos que el objeto que se utilizó fue una maza de albañil”.

Ya entonces, Broggi sostuvo que “hay elementos más que suficientes para probar el hecho”, el cual hasta el momento no ha podido acreditarse que fuera cometido en un contexto de violencia de género.