La muerte de Ángel A. se produjo esta madrugada en el hospital municipal Cararrasco, elevando a tres el número de adolescentes fallecidos en menos de un mes a causa de la inhalación de pegamentos que contienen tolueno.
"Este chico fue llevado a la guardia médica del Carrasco a las 0:10 de hoy, desde una villa de emergencias situada en calle Solís al 200, del barrio Ludueña", explicó a Télam el vocero policial.
El joven fue trasladado "por un hermano y una hermana, pero ingresó prácticamente muerto por haber sufrido un paro cardíaco del que no se lo pudo recuperar".
Desde el hospital, una fuente médica confirmó que Ángel A. había ingresado con un paro cardiorrespiratorio provocado por la inhalación de pegamento, y que se trataba de un chico adicto, según admitieron los hermanos que lo trasladaron hasta ese centro asistencial.
Sin embargo, aseguró que no se trataba de un paciente conocido "como otros que llegan frecuentemente al hospital para ser tratados por cuadros de crisis por consumo de drogas".
El sacerdote de la parroquia del barrio Ludueña donde vivía el chico, Edgardo Montaldo, dijo en declaraciones a radio 2 que "lo peor es que estos son los casos que conocemos, hay muchos más".
En la investigación actúa personal de la comisaría 12ª.
Télam





























