Videos y reportaje Nicolás Loyarte
nloyarte@ellitoral.com
En barrio “La Lona” este viernes por la mañana el carnicero colgó un cartel que dice: “Atención de tarde de 19 a 22 horas”. No son pocos los comercios e instituciones santafesinos que modificaron sus horarios de atención al público y de rutina diaria, tras el cambio de huso horario dispuesto por el Gobierno nacional desde el 30 de diciembre pasado en todo el país.
Haber adelantado una hora los relojes modificó los hábitos de los ciudadanos. Ahora amanece “más tarde”, la siesta se hace interminable y atardece pasadas las 21.30. La consecuencia: muchas instituciones, empresas y hasta organizaciones familiares debieron cambiar los horarios en que realizaban sus tareas ordinarias.
Ya se observan en distintos barrios de la ciudad carteles en las vidrieras de los comercios que señalan: “Nuevo horario de tarde: de 17.30 a 21.30” o “Tarde: de 18 a 22”. Es que los vecinos no van al mercadito, al supermercado o a la verdulería cuando el sol todavía quema.
Otras de las organizaciones que cambiaron el horario son las Colonias de Vacaciones. Los chicos no resisten las altas temperaturas que se sienten durante el mediodía. Si antes en el turno tarde ingresaban a la pileta a las 17, ahora entran a las 18, porque varios niños ya sufrieron golpes de calor y otros trastornos.
La cadena de supermercados JK también cambió su horario de atención al público. Ahora atienden por la tarde de 17 a 21.30 horas.
La opinión de los lectores
Ellitoral.com lanzó días atrás una encuesta en la que se consultó a los lectores qué trastornos les provocó adelantar el reloj una hora. La gran mayoría, el 38.12 por ciento (539 lectores) respondió que el mayor trastorno se produce porque “no se acostumbra a que oscurezca cerca de las 22”.
En un sentido similar, el 21.5 por ciento (304 lectores) respondió que debido al cambio horario “duerme menos”. Esto es debido a que el día es “más largo” y la rutina diaria llega hasta altas horas de la noche. Pero el problema es que al día siguiente hay que levantarse a la misma hora que siempre.
El tercer lugar en las respuesta está casi compartido por dos opiniones opuestas: el 13.79 por ciento (195 lectores) dijo que el cambio de huso horario le trastocó la rutina; mientras que el 13.65 por ciento (193 lectores) admite que no le causó trastornos.
Son 156 lectores (el 11.03 por ciento) quienes dicen estar desorientados por el cambio horario. Y sólo 26 lectores (1.84 por ciento) respondieron que “no saben” si les provocó trastornos.

































