La histórica banda británica The Police enfrenta un conflicto legal entre sus exintegrantes. Andy Summers y Stewart Copeland iniciaron acciones legales contra Sting, líder del grupo, por el reclamo de regalías no percibidas. La demanda fue presentada en el Tribunal Superior de Londres y apunta también contra la firma editorial Magnetic Publishing Limited, propiedad del cantante y bajista.
El litigio se enmarca en desacuerdos que se remontan a varios años atrás, vinculados al reparto de ingresos por derechos de autor. Según los documentos presentados, Summers y Copeland afirman que hicieron contribuciones significativas a la creación e interpretación de las canciones que llevaron a la banda al estrellato, pero que no han sido compensados de forma proporcional a ese aporte.
La histórica banda británica enfrenta un conflicto legal entre sus exintegrantes.El corazón del conflicto
The Police fue responsable de una serie de éxitos globales durante los años 80, entre ellos Roxanne, Message in a Bottle, Every Little Thing She Does Is Magic y Don’t Stand So Close to Me. Todos estos temas están oficialmente registrados a nombre de Sting como único compositor, lo que ha derivado en que perciba la totalidad de las regalías generadas.
El caso más emblemático es Every Breath You Take, canción que continúa generando ingresos millonarios anualmente. A pesar de que Andy Summers contribuyó con el riff de guitarra, uno de los elementos más icónicos de la canción, su nombre no figura como coautor. Sting recibe aproximadamente 550 mil libras esterlinas por año solo por este tema.
Formada en Londres en 1977, The Police se convirtió en una de las agrupaciones más influyentes del movimiento new wave, con una fórmula que combinó rock, reggae, punk y jazz. La química artística entre sus tres miembros fue clave para el éxito, aunque las tensiones personales fueron constantes y llevaron a la disolución del grupo en 1984.
En 2007, la banda sorprendió al mundo con una gira de reunión que fue un éxito comercial. Sin embargo, las diferencias internas no desaparecieron. La reciente demanda es reflejo de esas viejas heridas no cerradas, ahora expuestas en el ámbito judicial.
Sting y el guitarrista Andy Summers. Crédito: Reuters.Consecuencias legales y artísticas
El proceso iniciado en Londres podría tener implicancias no solo económicas, sino también reputacionales. El caso reabre el debate sobre cómo se reconocen los aportes creativos dentro de las bandas y hasta qué punto las decisiones contractuales tomadas en el pasado pueden revisarse con el paso del tiempo.
Para la industria musical, el resultado de esta disputa será observado de cerca, ya que podría sentar precedente en lo que respecta a derechos de autor y participación en regalías dentro de grupos históricos que siguen generando ingresos décadas después de su separación.