Tras siete meses de encierro, la Reina Isabel II acudió a su primer compromiso oficial junto al Príncipe Guillermo

La Reina Isabel II (94 años) ha salido de su encierro después de que el pasado mes de marzo se aislase en el Castillo de Windsor por el coronavirus pues debido a su avanzada edad es una persona de riesgo. La Monarca se ha unido a su nieto el Príncipe Guillermo en su visita a la instalación de investigación militar Porton Down.

Hasta ahora había ejercido sus funciones oficiales de forma remota, desde palacio, a través de llamadas o videoconferencias. La Reina Isabel decidió reducir el personal al máximo durante el estado de alarma debido al riesgo de contagiarse y es ahora cuando ha retomado sus compromisos.

La Monarca ha elegido este laboratorio militar, uno de los más secretos de Reino Unido, situado al suroeste de Inglaterra. Fue precisamente en este donde se identificó el agente nervioso utilizado para atacar al exespía ruso Sergei Skripal y a su hija Yulia Skripal hace dos años.

El propósito de la visita era inaugurar el nuevo Centro de Análisis Energético del laboratorio, donde la Reina y su nieto fueron testigos de primera mano de cómo se trabaja en la base militar: desde una exhibición de armamento a tácticas utilizadas en contrainteligencia.

Su Majestad y Su Alteza Real también hablaron con científicos que brindaron apoyo vital a la respuesta del Reino Unido a la pandemia de COVID-19, trabajando en áreas de investigación analítica y desplegando microbiólogos en hospitales NHS para aumentar las capacidades de prueba.

Experimentos secretos

Porton Down se fundó en 1916 como un laboratorio de armas químicas y biológicas de Reino Unido, donde científicos del Ministerio de Defensa llevaron a cabo experimentos secretos en los que participaron unos 20.000 militares, lo que provocó la muerte de uno por exposición al gas sarín.

Desde la década de 1960, se ha centrado en el desarrollo de contramedidas y tecnología de defensa y seguridad, aunque siempre se ha especulado sobre sus actividades.