Uno de los motivos que dejaron al descubierto el crimen del pescador del río Coronda fueron las diferentes versiones del caso que ofreció Jorge Aneiros, quien desde un primer momento se presentó como su compañero. Primero dijo que se había descompuesto y después que se había golpeado no sabía cómo. La falsedad de su discurso era tal que llegó a declarar que se descompuso porque había tomado “alcohol y pastillas”.
Cuando le preguntaron por qué no lo había llevado a tierra firme esa misma noche, contestó que “no lo iba a poder subir solo a la canoa” y que “tenía que arrastrarlo 50 metros y a remo iba a demorar más, así que esperé que se hiciera de día para poder trasladarlo con alguien que pasara por el río”. Sin embargo, le dijo a su vecino que no lo movió porque “no tenía nafta en la embarcación”.
Intentó cubrirse explicando que le pidió ayuda a otro hombre que pasaba por el río con su lancha, pero fue desmentido por el vecino que aseguró no haberlo visto, y que recién antes de la medianoche se acercó a su campamento pidiendo auxilio porque su compañero se había golpeado.





























