Cuando Javier Collado marcó los cuatro minutos finales de adición, comenzaron a bajar los primeros cánticos amenazantes hacia los jugadores desde las tribunas del Brigadier López. Antes, la parte más bullanguera de la barra brava que ocupa la cabecera de J. J. Paso amenazó con pelearse “verbalmente” con los plateístas: “Esos viejos de m... no quieren gritar y se quejan que el equipo anda mal”. El pitazo final de Collado que decretó el 2-1 a favor de Independiente desató la bronca generalizada de la gente sabalera.
Fue la peor despedida de Colón en Santa Fe desde que el técnico es el “Turco” Mohamed. Y cuando todas las camisetas blancas enfilaron hacia la manga, el griterío fue ensordecedor: “Jugadores... la c... de su madre... por qué no ponen huevos... no sean tan cobardes”. Porque bajó de las tribunas pero tuvo rebote en las plateas. En definitiva, todo el estadio sabalero se la agarró con los jugadores. El único que zafó por historia y rendimiento actual fue el “Bichi” Esteban Oscar Fuertes, otra vez figura desde que volvió: le hicieron el penal y lo cambió por gol. Ya es el cuarto grito desde que superó la última grave lesión en Chile.
Así, mientras en la cancha Colón se iba rápidamente a los vestuarios y ni siquiera atendía las notas de TyC Sports, en la zona de los palcos se produjeron algunos incidentes que no pasaron a mayores por la llegada de los efectivos policiales.
Los que no jugaron
Entre jugadores lesionados, suspendidos e inhabilitados, Colón tenía a varios profesionales afuera. La gran mayoría se hizo presente en la zona de palcos para ver y alentar a sus compañeros desde afuera. Es el caso del “Chino” Ariel Garcé y Martín “Chapulín” Cardetti, ambos lesionados. También estaba Matías Oyola, ex Independiente y actualmente en Colón, que no pudo jugar por la bendita cláusula. Y, además, se agregó el “Rulo” Romero, a quien Mohamed ni siquiera llamó para concentrar de cara al partido con Independiente. El quinto ocupante del palco era Pablo Rodríguez, que llegó de El Porvenir, concentró y quedó afuera del banco de suplentes.
Estos profesionales estaban ubicados en la zona de palcos viendo el partido, cerca de las cabinas de algunos medios como Canal 13 Santa Fe de la Vera Cruz y Radio Rivadavia, testigos privilegiados de lo que ocurrió.
Como era de imaginar, la ira de los socios e hinchas sabaleros se focalizó en los jugadores. En ese contexto, algunos simpatizantes exaltados “descubrieron” a los jugadores mencionados en ese palco: Garcé, Cardetti, Romero y Oyola.
En el caso del “Chino” y el “Chapulín” no soportaron los insultos e intentaron defenderse. Al contestar, con palabras y gestos, los ánimos se caldearon más de lo que ya estaban. Si la cosa no pasó a mayores fue por la rápida llegada de los efectivos policiales. Ariel Garcé y Martín Cardetti fueron los más perjudicados, justamente por intentar defenderse contestándole —vidrio de por medio— a los hinchas y socios de Colón.
Otra cuestión increíble fue ver que el vidrio de ese palco no se hiciera añicos, porque uno de los simpatizantes, cuando Garcé contestó, le metió cuatro o cinco trompadas en el mayor momento de confusión una vez terminado el partido de ayer en el Cementerio de los Elefantes.
Luego, con los ánimos más calmos, los efectivos policiales lograron “sacar a los jugadores” por el viejo túnel y hacerlos cruzar toda la cancha para llegar a la zona de vestuarios.






























