Primero fue la sorpresa porque el resultado del trabajo de puesta en valor del Salón Blanco de la Casa Gris le ha cambiado la calidad a su cara. Pero, poco después, vinieron la música y la alegría compartida por haber recuperado un espacio que se destinará a actividades culturales y expresiones artísticas, además de su uso institucional. Como la contracara de tantos actos buenos y otros rutinarios que tuvieron lugar en la historia de este Salón Blanco, el de ayer fue distinto porque otra fue su naturaleza. No tuvo el carácter de una ceremonia institucional con lo que quedaba inaugurada así una nueva etapa. El de ayer tuvo otro propósito: poner en escena el trabajo de tantos profesionales, artistas y artesanos que trabajaron en su puesta en valor. El acto fue presidido por el gobernador Jorge Obeid, quien estuvo acompañado por su esposa Elba Kemer, el gabinete de ministros y secretarios, la vicegobernadora María Eugenia Bielsa, el presidente pro témpore del Senado, Norberto Bettique; el titular de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Gutiérrez; el intendente Martín Balbarrey y el senador departamental Juan Carlos Mercier. Entre las 250 personas sentadas, había representantes de entidades intermedias y de ONGs, de organismos descentralizados, directivos de los medios de comunicación y periodistas. Tras la ejecución del Himno Nacional, que estuvo a cargo de la Banda de la Policía de la provincia, se proyectó un video en el que el Arq. Luis María Calvo aludió al estilo arquitectónico de la Casa de Gobierno inaugurada en 1913, actualmente de valor histórico y patrimonial, y se explicaron los pasos dados para la recuperación del Salón Blanco. En la Casa Gris, próxima a cumplir su centenario, el gobierno está llevando adelante un plan general para fortalecer su construcción y la reparación de su fachada. Como poco después lo diría el propio Jorge Obeid, el edificio ``ha sufrido grandes deterioros''. Por ello se está realizando el recalce de los cimientos y la recomposición del suelo mediante la técnica de inyección de material, que va a permitir recuperar todas las obras de su basamento. Estos trabajos demandarán en total 3 millones de pesos, en tanto que la puesta en valor del Salón Blanco insumió unos 580.000 pesos. Algunos detalles Durante el acto, se describieron las tareas realizadas en la carpintería de las doce puertas existentes, que recuperaron su lustre original y herrajes, en tanto que se hicieron de nuevo los vitraux. Se describieron, asimismo, el reemplazo total del piso de roble de Eslavonia; la tecnología utilizada para el aire acondicionado y el reemplazo de toda la instalación eléctrica. La distribución funcional del salón y sus futuros usos también formaron parte de la pormenorizada reseña efectuada por el gobernador. Todo lo dicho fue importante de conocer _El Litoral se refirió a las tareas que se estaban ejecutando en varias notas_, pero lo que ha marcado verdadero punto de inflexión, además del lucimiento de sus paredes en blanco con las molduras en color arena, fue la recuperación de las arañas de bronce y cristal: dos de 330 kilos y la central, de 550. Se debió proceder al despiece completo de las tres y de los apliques para realizar su limpieza y broncería. Se ensamblaron nuevamente 82.000 perlas facetadas que componen los caireles. Además, se incorporó un sistema de ascenso y descenso de las arañas para su mantenimiento en condiciones óptimas. Desde hacía años no lucían tan espléndidas. Obeid tuvo palabras de reconocimiento para quienes llevaron adelante la conducción de las obras _el Ing. Carlos Brema y la contadora Silvina Frana_ y, dado el ambiente de cordialidad imperante, hasta se permitió chanzas para con el senador Juan Carlos Mercier, cuando se probaron cómo se podían bajar y subir las arañas, una de las cuales se ubicaba sobre el lugar donde estaba sentado el senador capitalino. Cada momento del acto fue aplaudido hasta que le llegó el turno a la ``Santa Fe Jazz Combo'', primer conjunto musical que utilizó el Salón Blanco como espacio cultural. Con un repertorio adecuadamente elegido para la circunstancia, puso su arte y transmitió alegría que contagió al público asistente, quien coronó su participación, luego, con una larga ovación de pie. Quedaban así inaugurados una obra y un nuevo destino para el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.































