Juan Ignacio Novak
Este fin de semana se presenta en el Teatro Municipal “Parque Lezama”, con Luis Brandoni y Eduardo Blanco. Es la primera obra teatral que dirige el realizador de “El secretos de sus ojos”. “Para mí fue un placer enorme”, manifestó en diálogo con El Litoral.

Juan Ignacio Novak
jnovak@ellitoral.com
“Mezcla de humor con emoción”. Así define Juan José Campanella a “Parque Lezama”, la obra teatral de Herb Gardner que él mismo adaptó y dirigió en el que fue su debut teatral. Con los roles protagónicos a cargo de Luis Brandoni y Eduardo Blanco, se presenta como “una comedia que cuenta la improbable amistad de un histórico militante del Partido Comunista y un eterno cultor del ‘no te metás’. en el marco de una gira nacional, “Parque Lezama” llegará a Santa Fe y se presentará en dos funciones (sábado 20, a las 21 y domingo 21, a las 20) en el Teatro Municipal. Antes de la presentación, Campanella concedió una entrevista telefónica a El Litoral, donde evocó su llegada al teatro, el intercambio con los actores y la relación con el público. También manifestó su alegría por el resultado de “Entre caníbales”, la serie televisiva que realiza y se emite en Telefé, y reflexionó sobre la actualidad del cine nacional.
—“Parque Lezama” marca tu debut en teatro. ¿Cómo fue ese paso?
—Fue absolutamente indoloro (risas). Realmente descubrí un lugar, el teatro, que solamente se reduce al trabajo con el texto y los actores. El espacio escenográfico también, pero no tiene los millones de problemas técnicos que el cine te depara todos los días. No tiene el sol que se va, o el sol que sale, no tiene lluvias. Ninguno de esos problemas extra creativos que tiene el cine. Para mí fue un placer enorme. Es más, quiero seguir haciendo teatro.
—¿En que podrías singularizar ese placer?
—En que es puramente el trabajo con el texto y los actores. Es algo que me gusta mucho. El trabajo del director de cine es un 10 por ciento creación y un 90 por ciento resolver problemas. Aquí es al revés, es un 90 por ciento de creación y un 10 por ciento de resolver problemas. Además, hay un desarrollo del texto. A mí me gustan mucho los diálogos ricos, y a veces en el cine tener una escena larga de diálogo se considera como una cosa más lenta o anticinematográfica. Acá, en cambio, me pude despachar con este trabajo de diálogo que es realmente riquísimo y es lo que la gente disfruta.
—Además, vos viste la obra en otro momento de tu vida.
—Yo vi la obra hace mucho, cuando tenía 24 años. Me emocionó muchísimo, me hizo reír. Es algo que afectó mi vida. Se convirtió después en parte de mí, porque influyó mucho en mi estilo de escritura, como en “El hijo de la novia”. Esa mezcla de humor con emoción está presente. Eso fue en lo que más me afectó en lo personal. Pero además, es una obra de la que uno sale mejor persona de lo que entró. Es una cosa que cuando la estás viendo te estás entreteniendo mucho, te estás riendo, emocionando con los personajes y casi no te das cuenta de todo el material para pensar que te está dando. Cuando salís hay gente que habla de la obra durante días y días, afecta profundamente.
Actores hábiles
A los actores que protagonizan “Parque Lezama” Campanella los conoce bien. Eduardo Blanco integró el elenco de “El mismo amor, la misma lluvia”, “El hijo de la novia” y “Luna de Avellaneda”. Y con Luis Brandoni compartió la experiencia de “El hombre de tu vida”, exitosa serie de TV. “fue ahí justamente, trabajando, cuando surgió la idea. Con Eduardo hacía rato que queríamos hacer teatro. Y cuando hubo que buscar al otro personaje, justo estaba haciendo ‘El hombre de tu vida’ y veía que con ‘Beto’ teníamos como el mismo sentido de la comedia dramática. Saber exactamente dónde uno puede recargar un poquito la tinta del humor y dónde tiene que cortarla. Así que fue inmediato. Se lo ofrecí un día de grabación, esperamos un año a que terminara ‘Conversaciones con Mamá’ y nos pusimos a trabajar”, contó.
Para el director, la presencia de estos intérpretes es “fundamental” para el desarrollo de la obra, que sin ellos “no podría existir”. “Aclaro que son siete personajes, siete actores, no son ellos dos solos, aunque ellos están en escena todo el tiempo. Y tienen esa habilidad de pasar de la comedia al drama en un segundo, es el espíritu de la obra. Es muy difícil de lograr, son dos actores que en un momento te hacen largar una carcajada fuertísima y a los dos segundos estás lagrimeando”, explicó.
-Tener actores así debe allanar el camino al director.
-Por supuesto. Hay una frase hecha, que es hecha porque es verdad, es que el 80 por ciento del trabajo del director es el casting, la elección del actor correcto. Una vez que tenés eso, te queda un 20 por ciento de alguna indicación, empujoncito, más que nada una observación desde el afuera, porque el actor no puede mirarse. Y realmente la elección de los actores es mi trabajo principal y algo en lo que me fijo mucho.
La resistencia del cine nacional
Creador de obras entrañables y notables de la filmografía nacional de las últimas décadas, como “El mismo amor, la misma lluvia”, “El hijo de la novia”, “Luna de Avellaneda”, la oscarizada “El secreto de sus ojos” y la intrépida “Metegol”, Juan José Campanella es una voz autorizada para reflexionar sobre la situación actual del cine desarrollado en la Argentina.
“Lo que me llama siempre la atención del cine argentino es su resiliencia, su resistencia a los embates, a las crisis mundiales. Todos los años tiene algunas películas que te sorprenden y causan sensación en el mundo entero. Es un cine que, en ese sentido, sigue siendo un semillero de figuras. Pero el público aquí en Argentina no responde a la cantidad de películas que se hacen. Elige tres, cuatro o cinco por año y al resto prácticamente las ignora. Eso es siempre materia de debate dentro de la industria: si es porque se hacen demasiadas, porque no se comercializan bien o por nuestra idiosincracia de, a priori, despreciar lo nuestro”.
También señaló la tendencia argentina de medir todo por el rating o las recaudaciones en los cines. “Nunca se permite a una película o un programa ser para un nicho o de culto”, remarcó. “El cine argentino se ve en todo el mundo, se considera muy bien, pero no es que se vea masivamente en todo el mundo. Lo que pasa es que al resto del mundo no le interesa eso. Y aquí es lo único que se ve. Acá lo único que interesa es el que vende más. Ya no sólo el que vende, sino el que vende más”.




