El falso documental que mezcla a los zombies de George Romero con Onganía

En 1965, tres años antes de la aparición de “La noche de los muertos vivos” de George A. Romero, en la provincia de Tucumán, un cineasta llamado Ofelio Linares Montt filmó “Zombies en el cañaveral”, un largometraje inscripto en el género del terror, que desarrolla una serie de alegorías políticas. La película se alcanzó a estrenar en Estados Unidos, pero cuando se intentó proyectar en la Argentina en plena dictadura de Juan Carlos Onganía, la censura fue implacable. Muchos años después, un escritor realiza una búsqueda para reconstruir lo ocurrido con esa película tucumana, a través de las pocas imágenes que han sobrevivido, de los testimonios de críticos y realizadores e incluso de Isabel Sarli. Y aventura la hipótesis de que este film argentino podría haber influido a Romero para la creación de su obra maestra.

Lo escrito en el párrafo anterior, excepto el dato de que el film de Romero se estrenó en 1968, jamás ocurrió. Sin embargo, es la atractiva sinopsis de “Zombies en el cañaveral”, un falso documental escrito, dirigido y producido por Pablo Schembri y disponible desde hace pocos días en Cine.Ar Play. Que se vale de este juego cinematográfico, que trabaja desde los límites entre la realidad y la ficción y en los bordes de los géneros, para reflexionar sobre la censura, las reglas del arte y la propia condición humana.

“La génesis del proyecto tiene que ver con la necesidad de unir en una misma narrativa dos temas interesantes. La historia de Tucumán, que es el lugar donde nací y vivo y el cine de género”, explicó Schembri en una charla con este medio. Primero busqué la época que más me interesaba, la década del ‘60. En ese entonces, el presidente de facto Juan Carlos Onganía llegó a Tucumán y decidió cerrar la mitad de los ingenios de la provincia, favoreciendo a sus amigos personales. Eso generó el ‘tucumanazo’, una revuelta popular sofocada con violencia. Me interesa mucho y lo quise mezclar con el cine de género. Para eso tomé la película de George Romero y traté de pensar como en una misma historia se podía combinar a Onganía con Romero. Era difícil, pero luego de pensarlo mucho encontré la forma más natural. En 1968 se estrenó ‘La noche de los muertos vivos’, en 1966 comenzó el gobierno de Onganía, entonces logré planear la mentira y pensar una película filmada en Tucumán, estrenada en Estados Unidos, vista por Romero y copiada”.

Mirada política

La idea de Schembri se refuerza dada la profunda lectura socio-política de los Estados Unidos de los ‘60 que ofrece Romero en su film, al punto de que las escenas finales incluyen el linchamiento de un personaje afroamericano. “Además, Romero dijo en varias entrevistas que lo que él veía en los zombis era a los soldados que volvían de la guerra de Vietnam. Se trató de una guerra impopular, por lo cual no fueron recibidos como héroes como ocurrió en la Segunda Guerra Mundial. Es una película que tiene una clara lectura política”, explicó el director.

También se tuvo un especial cuidado en la recreación de la estética de las viejas cintas de zombis. “El falso trailer de ‘Zombies en el cañaveral’ se filmó en 2010, mientras que el resto de la película se rodó en 2018. En ese tiempo, yo no tenía tanta experiencia con lo audiovisual y en Tucumán no había mucha gente haciendo cine. Entonces lo hice con un grupo de amigos, tomando como referencia la película de Romero, calcando escenas plano por plano. Tiempo después, cuando tuve la posibilidad de hacer de nuevo el trailer, decidí dejarlo de ese modo porque representaba una forma personal de inexperiencia o amateurismo que se supone que también tenía la película original”, detalló.

Vueltas inesperadas

Más allá de la trama del film, que juega con un abanico de posibilidades a partir de una obra y un artista que nunca existieron, hubo algunos giros imprevistos cuando “Zombies en el cañaveral” tomó contacto con el público. “Muchos creyeron la historia y no chequearon la información. En ese sentido, fue una especie de experimento social involuntario que indica que cualquier historia razonablemente bien contada o cuando menos verosímil, es tomada como cierta. Ese fue un camino que bajo ningún punto de vista estuvo pensado”, contó Schembri. A su vez, hubo espectadores que hicieron hincapié en que el film refleja la problemática de la conservación del cine argentino. “Es algo que yo no había pensado, pero mucha gente tomó el hecho de que la película se haya perdido como una metáfora de la falta de conservación del cine nacional, algo de lo cual el crítico Fernando Martín Peña viene hablando desde hace mucho tiempo”, añadió.

Festivales y premios

El film de Schembri participó en varios festivales cinematográficos de Argentina. Y también en actividades promovidas en otros países, como España, México, Brasil, Panamá, Uruguay, Colombia, Estados Unidos, Perú y Australia. En varios de ellos, que tuvieron lugar en 2020, la intervención fue en forma virtual.

A su vez, obtuve diversos galardones. En el 20° Buenos Aires Rojo Sangre, quedó ubicada como mejor película internacional y ganó en las categorías: guión iberoamericano, actor principal y voto del público. En el 15° Cine Festival Internacional de Cine realizado en Tucumán fue seleccionada como mejor película nacional. En el 15° Festival de Cine Latinoamericano de La Plata obtuvo una mención especial. Fue ungida como mejor película por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de Argentina y también en el 5° Nox International Film Festival y en el 5° Ciudad del Este Independent Film Festival. Finalmente, obtuvo una mención en el 2° Insólito Film Fest 2020 y quedó como mejor película latinoamericana en el 2° Espanto Film Fest.

La “Coca” Sarli

Un dato de color es que en el falso documenta de Schembri aparece Isabel Sarli, en una de sus últimas intervenciones en la pantalla. “Cuando empezamos a pensar quién podría hablar sobre la censura desde lo personal y no desde lo histórico, el primer nombre que surgió fue el de Isabel Sarli. Y a partir de ese momento empezaron las tratativas para que participe. Eso llevó mucho tiempo. Afortunadamente accedió y su intervención quedó muy bien. Isabel lo hizo con mucho cariño”, afirmó el director.