La investigación por el espectacular robo de joyas en el Museo del Louvre sumó un nuevo avance con la detención de cuatro personas en la región parisina. Se trata de dos hombres de 38 y 39 años y dos mujeres de 31 y 40, quienes quedaron bajo custodia mientras avanza el proceso judicial.
En plena luz del día
El robo ocurrió el 19 de octubre en la Galería Apolo, donde se exhiben piezas históricas del patrimonio francés. Los responsables sustrajeron ocho joyas valuadas en alrededor de 88 millones de euros, tras acceder al museo utilizando un montacargas para alcanzar una ventana del nivel superior. Una vez dentro, rompieron vitrinas reforzadas y escaparon con las piezas sin ser interceptados.
La fiscalía indicó que los cargos en su contra no se especificarán hasta que concluya su custodia policial.Las autoridades reconstruyen los movimientos del grupo y siguen distintas líneas para determinar el recorrido de lo sustraído. La investigación tomó nuevo impulso tras la detención de otro integrante vinculado al grupo principal actuante, aunque no se localizaron las piezas faltantes.
Maniobra, escape y cierre del museo
Los ladrones se hicieron pasar por trabajadores y entraron por la fachada que da al río Sena, actualmente en obras. Emplearon herramientas industriales para quebrar los cristales blindados que resguardaban las piezas, demostrando conocimiento previo de la estructura interna del edificio.
Las autoridades continúan trabajando para reconstruir la cadena completa de responsabilidad.Horas después, una de las joyas fue encontrada fuera del museo y presentaba daños visibles. Aunque medios franceses afirmaron que se trataría de la corona de la emperatriz Eugenia, la confirmación oficial todavía no llegó.
Tras el hecho, el museo fue cerrado de manera repentina, turistas desalojados y las calles aledañas acordonadas. Videos de visitantes mostraron escenas de confusión y carreras en los accesos, mientras desde la institución se limitaban a informar que se trataba de una medida por “razones excepcionales”.
Antecedentes históricos
La Galería Apolo alberga parte de las Joyas de la Corona Francesa y ha sido escenario de episodios recordados a lo largo del tiempo. Entre los antecedentes más notorios se encuentra el robo de la Mona Lisa en 1911, sustraída por Vincenzo Peruggia y recuperada dos años más tarde.
En 1983, otras dos piezas desaparecieron y recién fueron recuperadas cuatro décadas después. A ello se suma el debate persistente sobre obras obtenidas durante campañas napoleónicas y reclamadas por distintos países.
El episodio actual vuelve a instalar el tema de la seguridad en uno de los museos más visitados del mundo y mantiene abiertas las preguntas sobre el paradero de las joyas, la estructura del grupo implicado y la capacidad de prevención ante operaciones delictivas altamente planificadas.