Era la hora exacta de la reunión y en la Casa de Gobierno circulaban varias versiones. Primero, que el encuentro sería en el domicilio privado de Antonio Bonfatti en esta ciudad y no en la sede gubernamental. Después, que el lugar cambiaba de nuevo y sería en “otro sitio” de esta capital, y “absolutamente privada”. Lo cierto es que el gobernador nunca salió de su despacho, y si bien los radicales tampoco llegaron, sí subieron las escaleras los diputados Raúl Lamberto y Eduardo Dipollina, y el senador Miguel Lifschitz. Así, la audiencia de aliados se convirtió de pronto en una cumbre socialista. Los dirigentes estuvieron reunidos durante dos horas con Rubén Galassi y el propio Bonfatti.
Al retirarse, Lamberto, consultado por El Litoral, intentó desdramatizar el faltazo radical.
“No queremos adelantar ninguna posición. Esta tarde hay una reunión con Mario Barletta y el gobernador, y supongo que ahí se fijará la fecha para reunirse con el resto del radicalismo. Es todo lo que podemos decir; no hay nada en particular. Ellos manifestaron que era preferible que primero fuera la reunión con Barletta”, expresó.
Consultado sobre las declaraciones públicas de algunos referentes radicales en las que plantearon la molestia con el socialismo, entre otras cosas, por sus posturas hegemónicas, Lamberto prefirió no sumarse a la polémica.
“Nosotros esas cosas no las contestamos. No sabemos exactamente en los términos en los que han sido dichas. Creemos que siempre el diálogo está vigente entre nosotros y tratamos de mantener los cauces del funcionamiento del Frente Progresista; ahora, a veces hay reuniones que se programan, otras que se suspenden. Eso es frecuente. Esto no es nada dramático para nosotros, sobre todo, cuando hay una reunión prevista para esta tarde con el principal referente de la UCR”, insistió el legislador.
De todas maneras, Lamberto admitió que “siempre dentro del Frente hay opiniones diferentes porque somos de partidos diferentes. Sí, creemos -acotó- que lo importante es mantener siempre las instancias institucionales en el marco del Frente. Creo que lo de hoy es un hecho que no pasa a mayores. Es exagerado hablar de crisis política o de ruptura; si alguien dijo eso, me parece que se está apresurando”, planteó.
La voz de Henn
Jorge Henn llegó después del medio día a la Casa Gris. El vicegobernador, también apuntado por sus correligionarios, dijo a El Litoral que desconocía los motivos concretos que habían provocado la suspensión del encuentro con Bonfatti.
“No quiero arriesgas hipótesis. Creo que estos temas (como la reforma tributaria) hay que discutirlos de cara a la sociedad y según los postulados del Frente Progresista. Pero hay que discutirlo no en la pública, sino charlando entre nosotros. Siempre hay que sentarse y hablar. Hay legitimidad de parte de los legisladores, pero hay que poner bien claro sobre la mesa qué se está discutiendo y cuáles son las diferencias. Cuando uno se encuentra cara a cara, muchas de las diferencias que son exacerbadas por otros intereses o miradas, se minimizan. Yo soy optimista de que vamos a zanjar las diferencias”, confió.
Al igual que Lamberto, pidió “no sobredimensionar” el tema. “En las reuniones participan personas, que a veces se pueden molestar o enojar. Por eso digo que la mejor manera de discutir esto, es poniendo las cuestiones que corresponden en el centro de la escena. En el tema del revalúo, por ejemplo, nadie es dueño de la verdad. Hay que sentarse y dialogar”.
Henn recordó que “hoy no estamos frente a procesos electorales ni fuera ni dentro del partido. Las elecciones internas terminaron y cada uno tiene que ocupar el lugar que le corresponde. A mí, como vicegobernador, me toca apuntalar las políticas que lleva adelante el gobernador de la provincia”.
Respecto de la reunión con Barletta, dijo que “si ese encuentro permite zanjar algunas diferencias va a ser muy bienvenido todo su aporte”, aunque aclaró que “debe jerarquizarse la mesa del Frente Progresista”. Por último, reclamó poner en el centro de la escena los intereses de la gente.
“Si no, nos quedamos en medio de una pirotecnia verbal absolutamente alejada de lo que piensa la sociedad. Creo que propositivamente, tenemos que concentrar todas las energías para trasladar los postulados progresistas del Frente. Defender esos principios implica trabajar con convicción. Hay que poner en claro qué se está discutiendo”, planteó.
































