Los adultos mayores, vulnerables a sufrir delirios durante las infecciones

Dr. Hugo D. Valderrama (*)

La alteración aguda de la conducta como delirios, alucinaciones, agresividad y/o la alteración en la funciones mentales, pueden a llegar a darse en el contexto de muchas infecciones, además de la respiratoria por coronavirus. Es más frecuente en edades avanzadas y determina gravedad. Quizás tenga algún familiar o conocido que haya sufrido estos síntomas durante una infección urinaria, por ejemplo, ya sea estando en su casa o internado.

El conjunto de síntomas se denomina “síndrome confusional agudo”, o también “delirium”. Se debe a que las patologías, que afectan el cuerpo del cuello hacía abajo, también pueden llegar a alterar directa o indirectamente por diferentes procesos al cerebro.

Existen otras causas habituales que también lo desencadenan, como ser deshidratación, problemas cardíacos o traumatismos. Lamentablemente, hay porcentajes variables de casos que no logran ser identificada el origen, puesto que existe una lista casi interminable de enfermedades menos frecuentes, que también lo provocan.

Este 15 de marzo se conmemoró el día mundial de este síndrome confusional agudo, y se da en el contexto de una nueva infección viral que lo puede iniciar el coronavirus. Muchas veces, los síntomas del síndrome en un adulto mayor pueden ser visualizados inclusive antes que la fiebre o la tos de una infección respiratoria. De ahí su importancia: cuando antes distingamos estos síntomas surgidos por la afección cerebral, más rápido será detectada la causa primaria que los produce.

Además de las alteraciones en la conducta y en las funciones mentales, acompañan la alteración del ritmo sueño-vigilia; es decir, el paciente puede estar despierto durante la noche o dormirse en cualquier momento del día.

Los pacientes con demencias son el grupo que con más frecuencia lo desarrollan. Es más fácil que se altere un cerebro, que ya estaba alterado en algún grado, de forma previa. En estos casos, sobre un deterioro lentamente progresivo de base, se baja un escalón de golpe, agravando síntomas previos o agregando nuevos.

El síndrome confusional agudo es considerado una alarma que indica la necesidad de detección de la patología que lo está produciendo lo antes posible. De ser factible un tratamiento, cuanto antes se aplique menor será la posibilidad de que estas alteraciones mentales agudas transitorias se conviertan en secuelas.

(*) Médico neurólogo. Máster en Neurociencias (Mat. 5010).

Este 15 de marzo se conmemoró el día mundial de este síndrome confusional agudo, y se da en el contexto de una nueva infección viral que lo puede iniciar el coronavirus.

Muchas veces, los síntomas del síndrome en un adulto mayor pueden ser visualizados inclusive antes que la fiebre o la tos de una infección respiratoria. De ahí su importancia: cuando antes distingamos estos síntomas surgidos por la afección cerebral, más rápido será detectada la causa primaria que los produce.