Había jugado en Unión, Colón, River y Boca, además de Independiente. De la famosa frase “Segurola y La Habana”, su carrera como DT, sus frases polémicas y un final que nadie podía imaginar.
Un año sin el "Huevo" Julio César Toresani
15:09
Parece increíble, pero pasó un año ya. De ese increíble lunes 22 de abril de 2019, cuando el por entonces presidente de la Liga Santafesina de Fútbol —Axel Menor— confirmaba a los medios que efectivamente en el Hotel Fraternidad Deportiva, ubicado en Dr. Zavalla al 10.800 en Monte Vera— habían encontrado muerto al “Huevo” Julio César Toresani. Ese domingo de furia, por un cuadro depresivo, se había quedado con lo últimos de esos 51 años de uno de los más grandes jugadores de fútbol que dio la ciudad: acá vistió las camisetas de Unión y Colón, además de las de River, Boca e Independiente.
Hace un año, a través de su amistad con Gustavo Pueyo (por entonces vicepresidente de la casa madre del fútbol local), la Liga Santafesina lo había contenido en su predio, ofreciéndole la posibilidad laboral de hacerse cargo de los seleccionados juveniles.
Cerca de las 7 fue el encargado del servicio de atención a visitantes en el predio, quien se acercó a la habitación para entregarle el desayuno: el mismo colaborador de la Liga Santafesina se encontró con el cuerpo inerte del exfutbolista y realizó la denuncia telefónica a la policía.
El “Huevo” había nacido en la ciudad de Santa Fe el 5 de diciembre de 1967 (tenía 51 años) y surgió futbolísticamente de Unión, donde formó parte del plantel que logró el ascenso en 1989, con las victorias en las recordadas e históricas finales frente a Colón.
Luego emigró a Instituto de Córdoba, donde estuvo desde 1989 hasta 1990. Regresó a Unión, donde estuvo hasta 1991 para dar el gran salto a River, donde estuvo desde 1991 a 1995.
Recaló en Colón, club en el cual estaba totalmente identificado ya que era hincha, donde estuvo desde 1995 a 1996. En la temporada siguiente (1996/1997) vistió la camiseta de Boca, y luego pasó a Independiente, donde estuvo desde 1998 a 1999. Una de las particularidades en ese tramo de su carrera, es que cuando llegó a los “xeneizes” fue pedido por Carlos Salvador Bilardo y cuando emigró a los “Diablos Rojos” de Avellaneda el entrenador que solicitó su desembarco fue César Luis Menotti.
Volvió a Colón, donde estuvo desde 1999 a 2000, para luego tener su oportunidad en Audax Italiano de Chile, donde jugó de 2000 a 2001. Volvió al Sabalero, donde permaneció en la temporada 2002/2003, y se retiró con la camiseta de Patronato (2003/2004).
Como entrenador inició su carrera en San Martín de San Juan, donde dirigió en la temporada 2005/2006: peleó el ascenso directo hasta el final y luego la Liguilla, quedando eliminado el “Verdinegro” ante Huracán. Con todo el crédito para renovar en el “Santo” de Miadosqui, llegó su gran oportunidad en Colón: lo llamó Germán Lerche pero apenas dirigió cuatro partidos en 2006.
En 2007, en tanto, estuvo al frente de Aldosivi (2007). Luego dirigió a los siguientes equipos: The Strongest (2009), Sportivo Italiano (2009/2010), Deportivo Madryn (2010/2012), San Martín de Mendoza (2012), Textil Mandiyú (2013), Alumni de Villa María (2013), Colón (ayudante de Diego Osella en 2014), Liga de Loja (2015), Sportivo Italiano (2015), Real Potosí (2016), Sportivo Patria (2017), Orense SC (2018) y Rampla Juniors de Uruguay (2018/2019).
“Segurola y La Habana”
Uno de los hechos más recordados de la carrera deportiva de Julio César Toresani fue su inolvidable cruce con Diego Maradona en un Boca 1-Colón 0 del Apertura 1995: ese día “El 10” —que volvía con la camiseta xeneize frente el Sabalero— lo invitó a pelear en “Segurola y Habana 4310, séptimo piso”.
Esa fue la respuesta porque el “Huevo” (expulsado por una acción de protesta en una jugada de Unali con Caniggia) vio la tarjeta roja: “A mí me hizo expulsar Maradona. Me gustaría encontrarlo mano a mano para arreglar las cosas”.
El mismo día, en el otro vestuario, respondió Maradona: “Ese Toresani no existe. Que le pregunte a Lamolina, le dije todo lo contrario: que no le saque la roja”. Y apareció la frase célebre de “Segurola y La Habana”.
Luego, las vueltas del fútbol y de la vida, hicieron que Julio César Toresani fuera compañero de Maradona: es más, el “Huevo” anotó un gol en el último partido profesional de Diego, en el 2-1 ante River en el Apertura 1997.
Conrado, su hijo, con Maradona
Son tres los hijos del “Huevo” Julio César Toresani: Fran, Lautaro y Conrado, que es el más pequeño. Cuando pasó lo que pasó, hace un año, Diego Maradona le grabó un video para Conrado, el menor, de 11 años: “Conrado, no se cómo empezar a hablarte. Vos ya sos un hombre y lamentablemente, con un hombre espectacular como era tu padre es difícil encontrar las palabras, pero ahora sos el Jefecito vos”.
“Quiero que me vengas a ver lo antes posible, si querés cuando yo esté en Buenos Aires, para ver si jugás como tu querido papá. Primero éramos enemigos y terminamos siendo muy amigos porque tu papá era un hombre de bien y un hombre fantástico. Te mando un abrazo grande y lo lamento mucho. A nadie que conociera a tu papá le puede haber caído bien esto. Estamos todos con vos”, le hacía llegar Maradona a la familia Toresani.
Ahora, mediante Cristian Bragarnik, Conrado tendrá la chance de conocer a Diego Armando Maradona. El empresario coordinó con Ana, su madre, para acordar el encuentro de Diego con Conrado en La Plata cuando termine la cuarentena.