De la Redacción de El Litoral
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La Cámara de Empresas y Corredores Inmobiliarios de Santa Fe lanzó una campaña de difusión -bajo el lema “Ladrillos. Refugio seguro”- con el objetivo de atraer a potenciales inversores en momentos donde el sector atraviesa una fuerte desaceleración.
“La campaña consiste en que las empresas adheridas a la Cámara de Empresas y Corredores Inmobiliarios de Santa Fe (Ceci) exhiban un folleto que le explica al inversor que una propiedad es un refugio seguro para su dinero. Lo que hacemos es mostrar y vender las bondades de una inversión inmobiliaria”, explicaron los integrantes de la comisión directiva de la Cámara, Marcelo Tomas y Pedro Cohan.
“La Cámara de Empresas y Corredores Inmobiliarios, y la Asociación de Empresarios de la Vivienda, ambas de Rosario, implementaron esta campaña en 2009 cuando la actividad tuvo un pico de crisis, para intentar acercar a los posibles inversores del sector inmobiliario ofreciéndoles seguridad. Lo que buscaron fue impulsar la reactivación económica del sector y asegurarles el buen destino del capital. Tuvieron mucho éxito y la retomaron estos tiempos, donde se siente una importante desaceleración de la actividad. Lo que buscamos con la Cámara es sumarnos a esta campaña en Santa Fe”, explicaron Marcelo Tomas y Pedro Cohan.
“Lo que la campaña intenta hacer es cambiar el ánimo de un sector que ha estado bastante afectado con las medidas recientes del gobierno. Desde fines del año pasado, con la Bolsa de Comercio de Santa Fe iniciamos un trabajo conjunto con el fin de desarrollar indicadores de actividad sectorial que empiecen a poner más objetividad sobre las cifras del sector. Los primeros datos indican que hubo una caída tanto en la construcción como en la transferencia de inmuebles, pero que la caída no ha sido tan significativa como las que se informan a nivel nacional, principalmente enfocadas en Capital Federal. Esta campaña trata de revertir esta imagen para los inversores en un mercado contractivo”, informaron.
“Más allá de los controles impositivos y cambiarios, que empezaron a hacerse sentir con fuerza a partir del segundo trimestre de 2011, la gente interpreta, después de la crisis de 2002, que las inversiones en ladrillos son las más seguras, más ahora con el alto nivel de inflación. En el contexto actual tenemos medidas que claramente no benefician al sector, aunque lentamente las está asimilando. Además se suma el contexto recesivo, que supera lo sectorial, y tanto la construcción como la transferencia de inmuebles son sensibles a la actividad económica”, explicaron Tomas y Cohan.































