Sharenting: cuidado al compartir en internet fotos de los chicos
Una especialista de la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe explicó los peligros de compartir imágenes de alumnos con sus uniformes escolares.
Sharenting: cuidado al compartir en internet fotos de los chicos
Martes 16.3.2021
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Última actualización 21:04
El "sharenting" -un anglicismo que proviene de share (compartir) y parenting (paternidad)- consiste en documentar los “momentos” de los hijos en Facebook, Instagram y otras redes sociales. Se ha convertido en una práctica tan habitual que el diccionario británico Collins lo incluyó en sus páginas en 2016. Y aunque pueda resultar familiar y simpático, es una práctica que puede traer consecuencias negativas.
Soledad Martínez, especialista en el área informática de la Agencia de Investigación Criminal de la provincia de Santa Fe explicó a El Litoral las razones por las que es “muy importante el tema de cuidar la imagen y la privacidad de los chicos”. “El lunes fue una invasión en las redes sociales de los chicos en las redes sociales, del tan esperado regreso a la escuela -advirtió- y es necesario que al menos tapemos el logo de la escuela y más allá de divulgar las fotos solo entre familiares y amigos, el que recibe la foto también tiene que ser consciente que esa foto no es de su propiedad sino que la pasaron los papás de los chicos en confianza, entonces tampoco la tenemos que reenviar”.
Por otra parte, la experta indicó que también conviene “configurar la privacidad en redes sociales, para elegir a quién voy a estar mostrando las fotos de los chicos, porque con la sobreexposición de la imagen de los chicos abrimos la puerta a casos de bullying, de cyberbullying, grooming...que a lo mejor son fotos en alguna situación graciosa o cualquier cosa que sirve para que después los chicos sean víctimas”.
En tal sentido, explicó que los “groomers (acosadores de menores en redes sociales)” recolectan este tipo de información y, después, cuando contactan a los chicos “entran en confianza a través de datos como cuál es la escuela a la que asisten, a qué club deportivo van, qué otras actividades realizan en su rutina normal”. “En casos más extremos -insistió-, hay casos de explotación sexual infantil, donde empiezan a recolectar información y esas imágenes a lo mejor empiezan a circular de forma masiva entre pedófilos y redes de descarga de este tipo de contenido”.
Para dar un ejemplo, Martínez recordó que el prófugo del triple crimen, Ivar Pérez Corradi, fue encontrado después de tanto tiempo a través de una publicación que hizo la mujer del evadido, con una foto de la hija de ambos con el buzo del jardín al que asistía. “Entonces, hay que tener en cuenta la dimensión de lo que significa publicar una imagen”, concluyó..