¿Ocho descensos en 2018?

Redacción de El Litoral

La decisión ya está tomada. Se vienen los descensos masivos en el fútbol argentino, con la idea de volver a tener un torneo integrado por muchos menos equipos que el actual: pasarían de 28 a 20.

Pero, ¿cómo sería esta transición que tanto asusta a hinchas y dirigentes de equipos que hoy por hoy están comprometidos con los promedio? En principio, bajarían cuatro equipos por temporada —ascenderían dos de la B Nacional— y cuatro extra en un torneo corto de 2018.

Es decir: se irían cuatro clubes al finalizar la temporada 2017/18, cuatro más luego de un torneo transición que comenzaría luego del Mundial de Rusia y terminaría en diciembre, cuatro en un torneo largo de 2019 y cuatro en el de 2020.

Así, el peor año sería 2018: ocho equipos perderían la categoría, mientras que cuatro subirían a Primera. A ponerse el cinturón de seguridad, el camino de acá a 2021 promete estar muy complicado para varios conjuntos.

¿Y los promedios?

Es una discusión que lleva mucho tiempo y que, aunque una enorme mayoría coincide en que se trata de una medida que ya se debió haber tomado, los dirigentes siempre se la rebuscan para demorarla.

Nuevamente vuelve a tomar fuerza la posibilidad de que se eliminen los promedios en el fútbol argentino y que los descensos se empiecen a definir por la posición en la que los equipos terminen en la tabla de posiciones. Sin vueltas: los últimos dos, descienden.

Claro que esto no sería de un día para el otro. De hecho, ya hay una fecha estimada para comenzar con esta nueva modalidad. La idea que manejan en la AFA es de implementar esto a partir del año 2020.

Así, no se daría lugar a las especulaciones sobre si benefician o perjudican a alguna institución, ya que los promedios toman siempre las últimas tres temporadas. Por ahora, se trata sólo de una idea que, en las próximas semanas, puede ir tomando forma.

>>> Tiempos difíciles
Por Enrique Cruz (h)

Tengo una opinión respecto de la organización de los torneos, que quizás disienta de lo que muchos —inclusive acepto que puede ser la mayoría— sostienen en cuanto a la disyuntiva entre torneos cortos o largos y promedios o no.

Este torneo largo y multitudinario de 30 equipos, terminó como muchos de los adeptos al otro sistema (el de los torneos cortos), suponíamos: gran protagonismo de los clubes grandes. Boca, River, San Lorenzo, Racing e Independiente se escalonaron entre los primeros siete lugares. Apenas Estudiantes y Banfield, casi tímidamente, aparecieron en escena para “terciar”. Y en algún momento, también tímidamente, lo hizo Newell’s, peleando sin solidez el campeonato.

Con los torneos cortos se le abrieron posibilidades a Arsenal, Banfield, Argentinos Juniors y Lanús para ganar campeonatos. También lo consiguió Newell’s. Y hubo otros equipos que pudieron pelearla en ámbitos mucho más propicios. A Colón le pasó en aquél Clausura de 1997.

El otro tema es el de los promedios. Se habla de un sistema injusto y se pone como ejemplo a Atlético de Rafaela. Es verdad que este plantel rafaelino dirigido por Llop hizo una campaña decorosa pero que le costó el descenso por la resultante de las campañas anteriores. Pero de no haber existido el promedio, igual Rafaela se habría ido al descenso. Y antes. Como River, que en un torneo —con el Cholo Simeone de entrenador— salió último.

Para los grandes, los torneos largos y la supresión de los descensos representan el gran negocio deportivo. Estarán peleando siempre arriba; y esto los llevará a no sufrir nunca en los últimos cuatro lugares de la tabla.

Después está lo otro, lo que tiene que ver con la famosa “brecha”. Los grandes manejan un presupuesto que condiciona el mercado. Pueden traer jugadores que otros no consiguen; venden por lo que otros no pueden vender; y pagan lo que los otros no pueden pagar. Para colmo, hasta el reparto de la TV hará que esa brecha se agigante (un 50 por ciento será por un rating que sólo se mide en Buenos Aires, cantidad de socios y méritos deportivos). Si para muestra vale un botón, el ingreso que San Lorenzo, por ejemplo, percibe por cuota societaria cuatriplica lo que recibe en concepto de TV. Y hace poco, charlando con El Litoral, Jorge Miadosqui, el presidente de San Martín de San Juan, admitió que la TV le aporta al club el 97 por ciento de su presupuesto. Y en Unión y Colón, sin tener datos ciertos y oficiales, habría que hacer el cálculo de que la TV le brinda más del 30 por ciento de los ingresos del club. Y para colmo, con una brecha ampliada con los grandes por ese sistema de reparto del dinero que los beneficia.

El tema es largo e interesante para tratar y para debatir. La conclusión es una: armar una estructura muy sólida con jugadores propios, acertando en aquellos jugadores que pueden aportar un salto de calidad. Y no descender, porque en ese caso, la brecha se hace más gigante todavía. Se avecinan tiempos muy complicados.