César Miño
cmino@ellitoral.com
Con un sinnúmero de incógnitas por develar y la marcada apuesta al recambio que se da habitualmente tras una edición de la Rugby World Cup, mañana se pondrá en marcha el Torneo de las Seis Naciones 2012, la más antigua de las competiciones que posee el rugby universal.
Aquella que en 1883 nació como Four Nations (los cuatro seleccionados de las Islas e Irlanda); la que en 1910 incorporó a Francia para transformarse en el Five Nations que alcanzó ribetes de excepción y la que finalmente adquirió el formato actual, con la incorporación de Italia en el año 2000.
La apertura
La jornada inaugural de mañana posee como dato estadístico destacado, la reedición del match más antiguo del rugby mundial: Escocia con Inglaterra, los que por la Calcuta Cup (trofeo instituido para cada ocasión en la que se enfrentan) estarán mañana frente a frente en Murrayfield Park, con el referato del el irlandés G. Clancey, a partir de las 11.30 de nuestro país, con televisación en vivo a través de ESPN+.
La restante propuesta tendrá como escenario al Stade de France de Saint Denis y estará a cargo de Francia con Italia, con el arbitraje del galés Nigel Owens, desde las 14.
La primera fecha se completará el domingo (al mediodía de Argentina), con el encuentro que en el Aviva Stadium de Dublin protagonizarán Irlanda con Gales, con el control del inglés Wayne Barnes. En ambos casos, emitirá ESPN+.
Demasiadas dudas
Como suele ocurrir cuasi inexorablemente, los Mundiales cierran procesos en los planteles, incluyendo hasta cambio de conducciones, como en los casos de franceses, ingleses e italianos.
En Les Bleus, Phillipe Saint André reemplaza a Marc Liévremont; en el Rose Team, Stuart Lancaster a Martin Johnson y en La Nazionale, Jacques Brunel releva a Nick Mallet. Por su parte, Andy Robinson, Warren Gatlant y Deklan Kidney, continúan al frente de Escocia, Gales e Irlanda, respectivamente.
Atendiendo a los antecedentes más próximos, los Coqs llegan de la mejor manera en su condición de campeones-defensores. El ascendente camino que los depositó en la final de la VII Rugby World Cup, sustentan en buena medida esta especie de predicción.
Capitaneados por Thierry Dusautoir, el plantel mantiene la base y poseerá la ventaja de jugar como anfitrión de italianos, irlandeses e ingleses, lo que obviamente asoma como un nivel ascendente de exigencias.
Inglaterra llega con el estigma de un “mundial olvidable”, por lo que Lancaster afrontará la difícil misión de conseguir el protagonismo perdido en tiempos recientes. El inexorable recambio, determinó que los últimos campeones que supervivían en el plantel, culminaron sus excelentes carreras con la célebre selección: el ya retirado Wilkinson; más los recientes Thompson, Moody, Shaw y Haskell.
Semejante renovación incluyó la elección de un nuevo capitán: Chris Robshaw.
En lo que respecta a los Dragones Rojos, llegan con la serenidad de haber concretado una excelente participación mundialista, en la que únicamente perdieron con los galos en semifinales, dejando una indeleble huella de su atrayente propuesta rugbística.
Gatland es otro de los que cuenta con una base muy similar a la utilizada en la competición disputada en Nueva Zelanda. Sin embargo, por diferentes cuestiones no podrá contar en la apertura con Matthew Rees, Gethin Jenkins, Luke Charteris y Alun-Win Jones.
En materia de bajas, seguramente el Irish Team extrañará -y mucho- a su capitán-símbolo: Brian O’Driscoll, quien no jugará ni un solo partido, debido a que fue intervenido quirúrgicamente de una severa lesión en un hombro.
Finalmente, amén de alguna sorpresa que suena poco probable, escoceses e italianos llegan con la modesta misión de tratar de evitar la despreciable Cuchara de Madera, histórico “presente” otorgado al equipo que pierda todos los partidos.
>>> 111 ediciones del certamen se han cumplido hasta el momento desde su inicio. Inglaterra lo ganó en 26 ocasiones; Gales en 24; Francia en 17; Escocia en 14 e Irlanda en 11. Italia, no ha sumado título alguno.
































