Una institución de puertas y corazón abierto

Cien años de vida. La escuela Vélez Sarsfield es todo un emblema de Candioti Norte.

La educación debe tender a una sociedad más inclusiva y más justa. Esa es la premisa que sustenta a esta institución que educa a 300 chicos en barrio Candioti.

En Güemes al 4100, se erige la centenaria escuela Vélez Sarsfield. Esta institución nació en 1913, durante el período de pleno esplendor del ferrocarril en nuestra ciudad y con el objetivo de acompañar a las humildes familias de los trabajadores ferroviarios. Por aquella época, barrio Candioti mostraba otra fisonomía. Era un barrio de calles de tierra con casas muy humildes y de población muy numerosa y la fundación de una escuela que educara y contuviera a los niños de la zona surgió como una necesidad. Pero con el desmantelamiento de la que supo ser una de las redes ferroviarias más importantes del mundo, el barrio y la escuela se vieron seriamente afectados. Muchas familias quedaron sin empleo y el número de alumnos en la institución disminuyó notablemente. Reconstrucción Pero en los últimos años, la escuela fue poco a poco poniéndose de pie. La matrícula de estudiantes aumentó hasta contar hoy con 300 alumnos entre turnos mañana y tarde. También se fortaleció el cuerpo docente, que según Nilda Tagliabue, directora de la escuela, “se trata de un personal estable que trabaja codo a codo y se encuentra muy comprometido con la institución”. Asimismo, al tiempo que las necesidades cambiaron, los objetivos también fueron otros. Y desde hace unos años, una de las metas fundamentales de la escuela Vélez Sarsfield es la inclusión de chicos con capacidades diferentes. “Partimos de la premisa de que no existen niños diferentes, sino que todos los seres humanos somos diferentes y necesitamos una sociedad inclusiva y más justa. Y ese es el marco dentro del cual trabajamos en la escuela”, explica la directora. Educación integral Esta institución es una de las tres escuelas de la ciudad que cuenta con clases de francés en quinto y sexto grado, y en séptimo grado también se estudia inglés. Además cuenta con varios talleres manuales entre los que se incluyen carpintería, mimbrería, cerámica y el club de niños pintores. Por otro lado, la escuela brinda copa de leche y todos los años organiza campamentos para sus alumnos. Acerca del papel de los padres en la educación de sus chicos, Tagliabue manifiesta que “en esta escuela, los padres son muy comprometidos con la educación de sus hijos. Creemos que la familia es fundamental en este sentido y por suerte los padres comparten este mismo concepto con nosotros”.