El ex Beatle Paul McCartney, de 64 años, en trámite de divorcio de su esposa Heather Mills, está dispuesto a desembolsar 100 millones de dólares para que la mujer no difunda en el futuro intimidades de la pareja, dijo la agencia Ansa. El músico y compositor señaló que está dispuesto a pagarle 50 millones de libras esterlinas -cerca de 100 millones de dólares- a Mills, y "cerrar para siempre" el capítulo del divorcio. La pareja se casó en 2004 y tiene una hija de dos años, Beatrice, y, según el tabloide The People en su edición de hoy, McCartney busca con ese pago "acallar" a su esposa, para que no "saque a relucir los trapos sucios" de la relación. En los últimos días había trascendido que Heather planeaba llevar a la televisión la historia de su vida y sus peleas con el cantante. Los allegados a la ex modelo indicaron que Mills "está furiosa" con la proposición de McCartney, de quien querría al menos 450 millones de dólares de su fortuna personal, lejos de los 60 millones ofrecidos en primera instancia y los 100 actuales. "Él (McCartney) quiere hacerla callar de por vida. Es como si le estuviera pidiendo que se olvide del período que pasaron juntos. Si Paul se sale con la suya, ella no tendrá más opción que estar totalmente en silencio", dijo a The People la misma fuente. La separación de la pareja desató una serie de acusaciones y descargos entre ambos, empeorados por una serie de fotografías que mostraban a Mills en situaciones de alto contenido erótico junto a modelos desconocidos. Desde entonces la pareja dejó de comunicarse directamente entre sí y utiliza como medio de contacto a sus respectivos abogados, que son los mismos del sonado divorcio entre el príncipe Carlos y la fallecida Lady Di.































