La mañana de la última jornada de discusión sobre la Ley Ómnibus con la presencia de funcionarios del gobierno de Javier Milei estuvo concentrada en Educación, Cultura y Niñez y Familia.
El secretario Torrendell aseguró que no se pretende avanzar en ninguno de esos puntos. En cambio, hizo foco en las evaluaciones a docentes y alumnos al finalizar el secundario. Planteos de legisladores sobre el financiamiento universitario.
La mañana de la última jornada de discusión sobre la Ley Ómnibus con la presencia de funcionarios del gobierno de Javier Milei estuvo concentrada en Educación, Cultura y Niñez y Familia.
Al plenario de tres comisiones de la Cámara de Diputados no asistió Sandra Pettovello, la ministra de Capital Humano, cartera que agrupa a estas tres secretarías. En su lugar lo hicieron los secretarios de Educación, Carlos Torrendell; de Niñez y Familia, Pablo de la Torre; y de Cultura, Leonardo Cifelli.
El primero en exponer fue el funcionario a cargo de la educación nacional, quien se encargó de exponer el espíritu de las políticas y despejar las dudas que los legisladores le remitieron sobre el articulado del proyecto.
Torrendell sintetizó la propuesta de gobierno bajo "el paradigma central de una política educativa Participativa y Federal".
Sobre el primer eje, explicó: "Participación implica un desarrollo no centralista de la educación nacional, en la que el Estado no sea el único actor, para caminar hacia la integración de los distintos agentes del sistema en relación a la sociedad". En tanto que para el segundo aspecto, detalló: "Desde los ‘90, consolidado luego en la Ley de Educación Nacional, la política educativa -a diferencia de otras- tiene en su ADN una lógica organizacional que implica llegar a acuerdos para tomar decisiones a través de instituciones como el Consejo Federal de Educación y el Consejo Nacional de Universidades".
Luego, el funcionario puso de relieve la centralidad de la "libertad" y la "confianza" en la educación, al sostener que "sin libertad no hay educación". "Ningún aula, ninguna escuela, ninguna jurisdicción funciona si uno no logra establecer confianza para aprender y gestionar. Tenemos que promover confianza y previsibilidad", afirmó Torrendell ante los legisladores.
Al dar paso a las intervenciones de diputados, uno de los principales cuestionamientos apuntó a que el proyecto de ley ómnibus habilite la posibilidad de la educación en casa desde la primaria.
El funcionario consideró que quienes interpretaron eso del articulado "muestran gran capacidad de imaginación". Sostuvo que "la educación presencial es clave", aclaró que la norma habilita "instancias virtuales que enriquezcan" la formación. Y aceptó realizar modificaciones para este tema.
Luego recibió críticas por el sistema de "vouchers" como propuesta para financiar la educación pública nacional. "No hay ninguna política encaminada hacia un sistema de vouchers", subrayó Torrendell.
En tanto que sobre el financiamiento educativo, el secretario expresó que "la idea es poder ir acompañando la pauta de la inflación" dado que se prorrogó el presupuesto 2023. "En la lógica de que es un momento de crisis uno tiene que hacer los ajustes que correspondan, pero no en educación", agregó.
Luego, ante una consulta sobre el financiamiento en el nivel superior, dijo que "no hay ninguna evidencia científica de que se está desarrollando una política de retaceo en el sistema universitario en ninguna de sus partidas" y agregó que "el verdadero drama de la Argentina es la educación básica".
Un cruce y el "consejo"
Caracterizado por la cordialidad en sus tratos, Torrendell casi no tuvo intercambios subidos de tono durante su exposición. Prácticamente el único cruce del secretario de Educación sucedió con la diputada del Frente de Izquierda Romina del Plá, quien se había manifestado en contra de las evaluaciones finales en el nivel secundario. “Me gustaría viajar con usted a China y a Cuba para ver qué se hace con la evaluación y los exámenes. El marxismo ha sido muy selectivo en las lógicas de planeamiento educativo”, le respondió el funcionario. Ante esta situación, Torrendell recibió un curioso "consejo" de parte del presidente de la comisión de Presupuesto, José Luis Espert, quien se le acercó y por lo bajo le sugirió: “No dialogues, contestá las preguntas, porque si no, no terminás más; y con la izquierda menos”.
En la ronda de preguntas de los diputados, Torrendell recibió cuestionamientos por la evaluación docente. El funcionario aludió a la vocación y aseguró que "no hay ninguna intención relacionada con la atacar la estabilidad de la docencia" sino de "acompañar el desarrollo profesional de los docentes".
"La vocación docente siempre implica vocación por el aprendizaje, no va a haber ninguna norma que implique terminar con eso. La evaluación es algo que se suele ver, no solo en la Argentina, como la tradición de la calificación y lo sancionatorio; pero es al revés. Lo que proponemos es la misma dinámica que aplicamos con quienes están aprendiendo en el sistema educativo en cualquier nivel. Implica que para poder mejorar y desarrollar cualidades, tenemos que ser acompañados por evaluaciones que nos provean de elementos para poder mejorar", expresó.
A la vez, Torrendell se refirió a la propuesta que la norma contiene sobre la evaluación final en el último año del secundario. "Lo que estamos tratando de proveer información para que las familias tengan elementos para tomar mejores decisiones, para continuar su formación y para seguir desarrollando capacidades. Es un elemento que, aunque se lo evalúa desde paradigmas tradicionales, es al revés. Estamos ofreciendo elementos que terminan convergiendo una mejor toma de decisiones, tanto comunitaria como personal".
"La publicación de rankings educativos, paradójicamente, no es algo muy liberal, porque en ningún ámbito del mercado, que la Educación está más allá de eso, el Estado produce ranking sobre productos que se compran y se venden. Por lo tanto, la idea de producir rankings lo que hace es mitigar la liberta y no lo contrario", completó el secretario.