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En su cuarto y penúltimo día de visita a Colombia, el Sumo Pontífice ofició en Medellín una misa a la que asistieron 1,2 millones de feligreses, visitó un hogar infantil y se reunió en la plaza de toros de la ciudad con 12.000 representantes de la Iglesia.

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El papa Francisco pidió hoy rectitud a los sacerdotes y religiosos y les recordó que su consagración a la Iglesia debe estar alejada de la promoción social y de los intereses materiales porque "el diablo entra por el bolsillo".
"Todos nosotros tenemos que estar atentos porque la corrupción en los hombres y mujeres que está en la Iglesia empieza así, poco a poco. Luego, nos lo dice Jesús mismo, se enraiza en el corazón y acaba desalojando a Dios de la propia vida. No se puede servir a Dios y al dinero", dijo Francisco en una reunión con sacerdotes, monjas y seminaristas en Medellín, en el cuarto día de su visita a Colombia.
"Las vocaciones de especial consagración mueren cuando se quieren nutrir de honores, cuando están impulsadas por la búsqueda de una tranquilidad personal y de promoción social, cuando la motivación es subir de categoría, apegarse a intereses materiales, que llega incluso a la torpeza del afán de lucro. Como he dicho ya en otras ocasiones, el diablo entra por el bolsillo", añadió.
El sumo pontífice expresó que a los encargados de acompañar los procesos vocacionales en la Iglesia les corresponde "motivar la recta intención".
Las vocaciones de especial consagración mueren cuando se quieren nutrir de honores, cuando están impulsadas por la búsqueda de una tranquilidad personal y de promoción social, cuando la motivación es subir de categoría, apegarse a intereses materiales, que llega incluso a la torpeza del afán de lucro”
Papa Francisco
Aunque reconoció que actualmente los jóvenes tienen "una crisis de compromiso y de lazos comunitarios", dijo que aún muchos tienen vocaciones genuinas y "se solidarizan ante los males del mundo" para embarcarse en diversas formas de militancia y voluntariado.
"Cuando lo hacen captados por Jesús, sintiéndose parte de la comunidad, se convierten en ’callejeros de la fe’, felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra", dijo Francisco a unos 12.000 sacerdotes, monjas y seminaristas reunidos en el centro de espectáculos La Macarena.
El papa afirmó que la rectitud y el desapego de los bienes materiales se reflejan en Colombia en el caso de santa Laura Montoya (1874-1949) y del beato Mariano Euse (1845-1926), a quienes catalogó de "religiosos admirables".
El Señor ha puesto su mirada sobre Colombia: ustedes son signo de ese amor de predilección. Nos toca ofrecer todo nuestro amor y servicio unidos a Jesucristo, nuestra vid. Y ser promesa de un nuevo inicio para Colombia, que deja atrás diluvios de desencuentro y violencia, que quiere dar muchos frutos de justicia y paz, de encuentro y solidaridad”.
Papa Francisco
"El Señor ha puesto su mirada sobre Colombia: ustedes son signo de ese amor de predilección. Nos toca ofrecer todo nuestro amor y servicio unidos a Jesucristo, nuestra vid. Y ser promesa de un nuevo inicio para Colombia, que deja atrás diluvios de desencuentro y violencia, que quiere dar muchos frutos de justicia y paz, de encuentro y solidaridad", finalizó Francisco.
En su cuarto y penúltimo día de visita a Colombia, Francisco ofició en Medellín una misa a la que asistieron 1,2 millones de feligreses, visitó un hogar infantil y se reunió en la plaza de toros de la ciudad con sacerdotes, consagrados y seminaristas.




