La historia de Antonela Scandurra, la argentina que trabaja como artista textil en producciones de Hollywood
Desde estudiar derecho en su ciudad natal hasta ser vestuarista en algunas de las producciones más importantes del cine internacional, la marplatense reescribió su destino durante la pandemia. Dio el salto al vestuario cinematográfico y fue parte de los equipos de Blancanieves y Wicked, entre otros grandes proyectos, con el mismo amor por la moda y el arte que la acompañó desde niña.
La historia de Antonela Scandurra, la argentina que trabaja como artista textil en producciones de Hollywood
Antonela Scandurra nació y vivió toda su vida en Mar del Plata, donde se formó como abogada y ejerció durante más de una década en un juzgado de familia. A pesar de la estabilidad de su carrera, algo dentro de ella pedía otra cosa. “Durante la pandemia me di cuenta que no era feliz haciendo lo que estaba haciendo”, confesó en la entrevista con Nosotros, donde recordó cómo el confinamiento la llevó a replantearse su camino profesional.
De niña siempre fue muy artística y fascinada por la moda y el cine. Aunque su familia no continuó ese lazo creativo —especialmente tras la muerte de su padre— la pasión por el arte nunca desapareció. “Siempre hubo algo artístico dentro de mí”, comentó Scandurra, y fue la terapia y el aislamiento lo que la impulsó a retomar ese interés olvidado.
Amante de la moda y las películas, estas dos pasiones se encontraban en el vestuario de cine para Scandurra: "Nunca quise tener una marca de ropa porque la moda es súper fugaz. Por el contrario, siento que las películas duran para siempre, son esos micromundos donde podes hacer lo más loco del mundo que va a tener sentido en esa historia y durar para siempre".
Scandurra con el vestido lavanda que llevó Ariana Grande en "Wicked: Para Siempre" (2).
Londres como oportunidad
Con su ciudadanía italiana y sin un trabajo asegurado, Scandurra se mudó a Londres en noviembre de 2020, con la meta clara de trabajar en moda y cine. “No tenía ninguna propuesta, solo decidí encontrar la forma de hacerlo”, relató.
En sus primeros días aceptó trabajos sin remuneración para ganar experiencia. Allí trabajó en cortometrajes y proyectos independientes, hasta que llegó su primer crédito profesional en un juego interactivo disponible en Netflix, denominado Dead Man's Phone (ahora rebautizado Scriptic).
De aprendiz a producciones de alto perfil
"Me contrataron para hacer un corto del holocausto y ahí me di cuenta que no tenía los conocimientos necesarios para hacer lo que se llama breakdown, que es que las cosas parezcan viejas, polvorientas, super usadas. Por suerte, Pinewood -uno de los estudios más grandes de Londres-, daba un curso al respecto y me anoté", contó Scandurra.
El vestido de Glinda en Wicked pasó por muchas etapas de creación, estampado y bordados. Por piezas como esta, el film ganó el Oscar 2025 a Mejor Diseño de Vestuario.
Como si su recorrido hubiera estado guionado, mientras cursaba en Pinewood, Scandurra sintió que no podía dejar pasar la oportunidad y empezó a tocar puertas hasta llegar al departamento de Textiles y Breakdown de Blancanieves. “La diseñadora fue Sandy Powell, la que más Oscars tiene en vestuario. Solo estar en su taller ya era un sueño”, relató la argentina.
"A partir de ahí arranqué con las cosas más grandes, en Blancanieves el jefe de departamento me recomendó con The Witcher y luego, llegó la recomendación para trabajar en Wicked", contó la entrevistada. En estas monumentales producciones, como también en otros trabajos como The Witcher y House of the Dragon, Scandurra pudo observar de cerca la escala de estas mega producciones: desde los trajes bordados a mano hasta la logística de cientos de extras y escenografías.
“Uno de los vestidos de Gal Gadot estaba hecho completamente a mano, con foil y bordados”, recordó con asombro. El detalle artesanal que se esconde detrás de la pantalla muchas veces pasa desapercibido para el espectador, pero para quienes trabajan en vestuario es parte del alma del proyecto.
Los icónicos vestidos de Blancanieves también pasaron por las manos de Scandurra.
El rol detrás de escena: entre taller y set
El trabajo de Antonela no se limita al taller. Cuando se trata de rodaje, su rol es el de vestuarista: asegura que cada pieza esté lista, limpia, correcta, y con la continuidad visual necesaria en cada escena. También resuelve imprevistos —como manchas de maquillaje o ajustes de última hora— en cuestión de minutos.
"Los sets son gigantes. Es todo hecho a una escala impresionante, hay quizás 300 extras, bailarines, gente cantando en vivo", graficó Scandurra sobre el "detrás de escena" que no se ve en el mundo del cine. Además, contó que en producciones grandes, cada prenda tiene réplicas para dobles y escenas especiales, hechas a medida para que cada actor pueda moverse o actuar con seguridad.
En este sentido, el trabajo del departamento de vestuario también es de gran magnitud: "Detrás de cada pieza hay una gran cantidad de personas trabajando y muchas de horas de dedicación en cada prenda. Por ejemplo, a mí solo estampar el vestido rosa de Glinda en Wicked me tardó casi más de 20 días, solo con el estampado", recordó Scandurra sobrela icónica pieza que llevó Ariana Grande en el film.
La marplatense con el gorro de Elphaba.
Sueños y proyectos futuros
Antonela sueña en grande y con humildad. Le gustaría trabajar con diseñadores específicos, como los responsables del vestuario de Frankenstein, con quienes ya intercambió correos. También aspira a trabajar en Argentina, donde siente que el idioma y la cercanía cultural serían gratificantes y desafiantes.
A quienes desean dar un giro profesional radical les aconseja arriesgarse y no pensar en negativo. Según ella, la clave está en estar dispuesto a aprender y aceptar que habrá personas con más experiencia, pero que ese intercambio también es parte del crecimiento. “Si realmente te gusta, es super gratificante vivir de lo que uno ama”, concluyó.