Nueva embestida de Milei al periodismo: la explicación del vocero y la réplica de Adepa

El presidente de la Nación, Javier Milei, volvió a cargar contra el periodismo y acusó a las y los profesionales de la comunicación de haberse "corrompido, ensuciado y prostituido al calor de los sobres y la pauta oficial".

Fue, como ya es costumbre, a través de la red social X, y la nueva embestida se conoció a poco de arribar a la ciudad de Miami adonde viajó en las últimas horas para recibir un reconocimiento de la comunidad judía.

"¿Por qué (el Presidente) mete a todos, qué es lo que sabe, por qué no lo denuncia, cómo actúan, cómo funciona, tiene pruebas?", quiso saber más tarde un colega de Radio Rivadavia en la habitual conferencia de prensa del vocero presidencial Manuel Adorni.

"Como en todo oficio tenés gente buena y gente mala; también en el periodismo hay gente que dice la verdad y gente que no, cuando la verdad es la columna vertebral del periodismo", explicó con tono didáctico el también comunicador y ahora portavoz presidencial, para incluirse luego en la conclusión: "nosotros gobernamos, ustedes dicen la verdad".

Con esto replicó sus dichos en la última cena de Adepa, entidad que este martes salió a cuestionar las "descalificaciones presidenciales injuriantes" a medios de comunicación y periodistas, y advirtió que éstas pueden generar un "clima de hostilidad e intimidación de la labor periodística".

La "mentira", pero sin nombres

"La no verdad, la mentira, duele al Presidente, me duele a mi, les duele a ustedes, y cuando eso ocurre, reaccionamos", siguió Adorni, quien destacó "el respeto" demostrado en estos 4 meses de gestión hacia "el periodismo, la libertad de expresión y la libertad de prensa".

"El tuit del Presidente va en esa línea, destaca el rol fundamental del periodismo y la honorabilidad de la profesión del periodista que nada tiene que ver con algunos medios, algunos periodistas que van en contra de las buenas prácticas", cerró, una vez más, sin dar nombres ni ofrecer pruebas de las acusaciones lanzadas por Milei.

Horas antes, Milei había señalado, en su furibundo y crítico mensaje hacia el periodismo, que "la extorsión es moneda corriente. La mentira, la difamación, la calumnia son algo frecuente también. Primero te pegan, y después te pasan la factura. Cifras siderales". "Pero, como la mayoría de los políticos son los que pagan, quedan presos de su propia trampa, ya que nunca pueden contestar los ataques a riesgo de que expongan sus negocios".

A renglón seguido, aseguraba: "Vamos a contestar. Vamos a decir nuestra verdad. Vamos a bajarlos de esa Torre de Marfil en la que creen que viven".

No es la primera vez que Milei, quien ya demostró que no acepta ningún tipo de crítica real o tácita de los medios, carga contra el periodismo. Días atrás se produjo un curioso hecho en ocasión de la presentación, en Paraguay, del libro de Eduardo Feinmann, de la que Milei participó de manera virtual.

"Le pido por favor que no me insultes, me parece que tu apreciación es absolutamente incorrecta y hasta casi rayando la grosería", respondió el mandatario argentino cuando un periodista del vecino país señaló que le "parecía importante destacar que si el gobierno de Milei no llegara a tener éxito, Argentina corre el riesgo de volver a caer en los problemas que la llevaron al lugar donde está".

La advertencia de Adepa

Por su parte, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), hizo referencia a declaraciones de Javier Milei y señaló que las "descalificaciones presidenciales injuriantes" a medios de comunicación y periodistas pueden generar un "clima de hostilidad e intimidación de la labor periodística".

Este documento se conoció el martes a la tarde, es decir, varias horas antes del nuevo tuit presidencial. En particular, la entidad apuntó a las recientes referencias del mandatario al empresario Jorge Fontevecchia, a quien identificó irónicamente como "Tinturelli" y luego dijo que, a su juicio, su medio "está camino a la quiebra". Y lo festejó: "¡Qué bueno! Ya quebró una vez y lo salvó un empresario, después lo salvó la política y ahora, como no tiene pauta, va a la quiebra".

El presidente también cargó, sin nombrarlo, contra el periodista de La Nación Jorge Fernández Díaz, señalando que "hay algunos imbéciles que hablan de populismo de derecha. Es una de las formas estúpidas de cortos intelectuales, que además se creen que son grandes porque publican libros y notas muy pomposas, y son bestias", dijo. Y también contra Romina Manguel, en cuyo programa de radio el diputado Bertie Benegas Lynch arengó contra la educación obligatoria: "A esa periodista no le tiene ni que pisar el estudio porque lo que quiere es destruir este espacio. Es un error de Bertie haber ido a ese lugar", interpretó.

"Todo funcionario tiene derecho a disentir, desmentir, replicar y criticar una información u opinión publicadas. Incluso el funcionario puede sentirse agraviado y tiene derecho a defenderse. Pero debe hacerlo honrando su responsabilidad institucional", sostuvo Adepa. Y agregó: "Reemplazar esa actitud, aún firme y vehemente, por la argumentación descalificante, el ataque ad hominem, la injuria o la generalización estigmatizante de la profesión, genera un clima de hostilidad e intimidación de la labor periodística en sí".

"Esto puede provocar efectos nocivos, como la autocensura y el acoso digital, que incluso podría traducirse en violencia de otro tipo", remarcó la entidad en un documento que tituló: "Un debate libre y vibrante no necesita la descalificación".