En primera instancia el encuentro no podría haberse disputado ya que la tenista de Tigre debió guardar reposo el miércoles y parte del jueves por fiebre y dolor de garganta.
"Ya venía resfriada, y al final caí en cama", contó la argentina en diálogo con dpa.
La programación les dio la ayuda necesaria para seguir en carrera, ya que las campeonas tuvieron dos días de descanso, antes de volver a jugar las semifinales el viernes.
"Lo malo era que yo llegaba sin entrenamientos, pero por suerte pudimos seguir ganando partidos hasta lograr este título, que es el más importante para nosotras", dijo Dulko.
"Yo la cuidaba, me aseguraba de que no tomara frío, le llevaba el desayuno", dijo Pennetta entre sonrisas. "Fue como mi mamá", agregaba entre risas Dulko.
"Por la mañana me asusté un poco porque Gisela no podía ni hablar. Después estuvo casi un día entero en la habitación y pudo mejorar", indicó Pennetta.
Las campeonas debieron jugar en una llave difícil en un día soleado en Miami, en el que la hinchada argentina se hizo notar con banderas y gritos ocurrentes. "¡Vamos, latinas!", se escuchó repetidas veces.
"Cuando vimos el cuadro que nos había tocado, no lo podíamos creer. Pensábamos que teníamos una suerte bárbara", ironizó Dulko.
"(Svetlana) Kuznetsova y (Alicia) Molik en primera ronda, después las segundas favoritas (Nuria Llagostera Vives y María José Martínez Sánchez), las cuartas (Lisa Raymond y Rennae Stubbs).
Poco a poco, fuimos jugando mejor y pudimos rendir al máximo al final del partido de hoy, con más saques adentro y menos errores", indicó la argentina, a quien la fiebre le hizo cambiar de planes.
"Desde acá me tenía que ir a Marbella, pero finalmente me bajé para poder preparar bien la gira de polvo de ladrillo", anunció.
Fue el cuarto título de la dupla Dulko-Pennetta (Bogotá 2006, Hobart y Bastad 2009) y el noveno en general para la argentina.
En aquella victoria en Colombia, la argentina y la italiana formaron dupla por primera vez.
Telam
































