Por Tomás Rodríguez

Por Tomás Rodríguez
En el mejor momento de su historia deportiva, desarrollando un fútbol de alta jerarquía, la Asociación Atlética Argentinos Juniors obtuvo el bicampeonato el 4 de septiembre de 1985, hace tres décadas y media, recibiendo elogios de toda la prensa nacional, tras vencer en el estadio "Monumental" de River Plate, en el barrio de Belgrano, a Vélez Sársfield por 2 a 1, con una conquista del volante defensivo Sergio Daniel Batista, a cinco minutos de finalizar el juego.
El conjunto con sede en la actualidad en La Paternal, 50 días después se consagraría campeón de la Copa Libertadores luego de vencer en la definición de los 12 pasos al América de Colombia (5-4), cuando falló el quinto y decisivo penal el "Pipa" Anthony William De Avila Charris, quien dos años más adelante jugaría con buen suceso en Unión de esta capital.
El 15 de Agosto de 1904 nacía en un descampado del barrio de Villa Crespo, la Asociación Atlética Argentinos Juniors, formada por jóvenes anarquistas y socialistas. Siendo uno de los equipos más importantes en la historia del fútbol argentino, sobre todo por sus conquistas en la década de los ochenta y por la cantidad de jugadores surgidos de su cantera, siendo el más destacado Diego Armando Maradona.
A partir de la fusión de los equipos "Los Mártires de Chicago" del barrio de Villa Crespo, que levantaban la bandera de los obreros asesinados por luchar en Estados Unidos y que hoy se los conmemora el Primero de Mayo; y por el equipo de la zona de La Paternal "Sol de la Victoria", que llevaba ese nombre en homenaje al Himno de los Trabajadores del Partido Socialista Italiano, en donde se habla de "il sole della vittoria".
Justamente por sus ideales es que llamaron a Argentinos Juniors "asociación" y no "club", porque apuntaban ser un espacio que superara lo deportivo, siendo también un movimiento de encuentro de los trabajadores tanto en lo social como en su cuestionamiento al sistema capitalista, a la lucha de los inmigrantes (que era el origen de la mayoría) que eran muy perseguidos por los gobiernos, y por las más básicas consignas obreras, en un contexto de gran explotación y represión de principios del siglo XX.
En 1960 los presidentes de Boca Juniors y River Plate, Alberto J. Armando y Antonio Liberti y con el eslogan "Fútbol Espectáculo" propiciaron una masiva importación de jugadores de Brasil, España, Perú y Uruguay, con notable fracaso, Argentinos Juniors fue el mejor equipo, perdió el campeonato al caer en forma sosrpresiva en las últimas fechas, permitiendo que Independiente fuera el campeón , anotando 20 goles más que los de Avellaneda con una inolvidable delantera formada por Martín Roberto Canseco, Norberto Pando, Osvaldo Carceo, Hugo González y Mario Angel Sciarra.
En el año 1973, con el nombre de Los Cebollitas, un equipo de las inferiores de Argentinos Juniors logra ser reconocido internacionalmente por su juego, teniendo como principal estandarte al "Pelusa" Diego Armando Maradona. Con solo 15 años debutaría el 20 de octubre de 1976 frente a Talleres de Córdoba en la primera del club y daría comienzo a su brillante carrera, y teniendo el record en el club de ser el goleador de cinco torneos.
Sin embargo iba a ser uno más de la gran cantidad de brillantes jugadores que salieron de las inferiores del club, y que por eso hoy es conocido con el apodo "El Semillero del Mundo": Juan Román Riquelme, Claudio Daniel Borghi, Fernando Redondo, Juan Pablo Sorín, Sergio Batista, Esteban Matías Cambiasso, Adrián Néstor Domenech, el "Lobo" Cristian Raúl Ledesma, Lucas Biglia y un gran etcétera. Incluso José Néstor Pekerman, que sin haberse destacado como jugador, su trabajo en las inferiores del Bicho, lo llevó a catapultarse a ser uno de los DT más reconocidos por los éxitos con los juveniles y los seleccionados de Argentina y Colombia en los últimos años.
El último campeonato Nacional se jugó por primera y única vez con el sistema de doble nocaut, es decir, con ruedas de ganadores y perdedores. El triunfador fue un equipo que, lejos de decaer, venció por la vía rápida a todos sus rivales con un estilo lujoso y preciosista: Argentinos Juniors.
El "Bicho" compartió el Grupo F con Chacarita Juniors, Central Norte de Salta y Belgrano de Córdoba equipos que, lejos de complicarlo, sólo pudieron arrancar tres igualdades. Con la continuidad, en la ronda de ganadores asegurada, los de La Paternal enviaron al sector de perdedores a San Lorenzo de Almagro, San Martín de Tucumán y F. C. Oeste, previo a enfrentar en la ronda decisiva al que sería el rival más enconado: Vélez Sársfield.
Luego de casi tres meses sin jugar por esta competencia, Argentinos Jrs. sin el santafesino Pedro Pablo Pasculli (formado en Colón), transferido al Lecce de Italia, se consagró ganador de ganadores, tras vencer a Vélez Sársfield en una definición infartante juego. Pocos después, Vélez, tras erigirse en ganador de perdedores ante River Plate, devolvió gentilezas de la misma forma (con tiros desde el punto del penal) y obligó a un último y definitivo encuentro.
El 4 de septiembre un soberbio remate de media distancia del "Checho" Sergio Daniel Batista rompió el 1 a 1 parcial y consagró al mejor Argentinos Juniors de la historia.
El plantel
Arqueros: Enrique Bernardo Vidallé y César Roberto Mendoza.
Defensores: Jorge Mario Olguín, Carmelo Daniel Villalba, José Luis Pavoni, Adrián Domenech, Carlos Alberto Mayor y Jorge Carlos Pellegrini.
Mediocampistas: Sergio Daniel Batista, Emilio Nicolás Commisso, Mario Hernán Videla, Juan José López, Miguel Angel Lemme, Renato Corsi y Claudio Daniel Borghi.
Delanteros: Pedro Pablo Pasculli, José Antonio Castro, Carlos Manuel Morete y Carlos Adolfo Ereros.
Entrenador: José Yudica.
Cuando perder fue ganar
Por Enrique Cruz (h)
El "Piojo" Yudica hizo una gran campaña con aquél Unión de 1984 y se fue a Argentinos, que ya venía de ser campeón con Saporiti. Algo (o bastante) de esos logros, tuvo que ver Angel Amadeo Labruna, que había pergeñado aquél equipo que desplegaba buen fútbol y que enamoraba a los argentinos.
Hubo dos particularidades en aquella campaña: la primera, que Argentinos no jugaba en su cancha (y no lo hizo por bastante tiempo); la segunda, que al final de ese 1985 y después de haber ganado el Nacional y la Libertadores, jugó un partido fenomenal ante la Juventus de Platini. Perdió pero ganó. El fútbol lo recuerda como un partido notable entre dos equipos que no renunciaron a sus ideales, sobre todo Argentinos Juniors, que supo plantearle de igual a igual un partido al mejor equipo del mundo por aquél entonces.
A la vieja usanza, 4-3-3, con dos volantes de juego y dinámica por los costados (Videla y Commisso), con un "5" de buen pie como el "Checho" Batista, dos wines penetrantes y goleadores (Castro y Ereros) más dos jugadores distintos pero extraordinarios para jugar de "9" (Pasculli y Borghi). Ese equipo reivindicó el viejo paladar del hincha argentino y su placer por el fútbol bien jugado.




