Hay barrios a los que los taxis y remises habilitados no ingresan por cuestiones de seguridad. Éste es un nicho que algunos descubrieron y ofrecen viajes a estas zonas vedadas. No cuentan con habilitación, ni seguro y en algunos casos, los choferes no tienen licencia de conducir. Son los llamados “remises truchos”.
Según el subsecretario de Control de Servicios, José Traverso, “hacen el trabajo sucio de entrar a lugares marginales y peligrosos, a los que los remises o taxis habilitados no se animan a hacerlo”.
Por lo general cobran menos que los coches habilitados y permiten que suban más de 4 personas, que son las permitidas por la normativa municipal. “Viajo de Rincón a Santa Fe cuatro veces por día con mi marido y mis dos hijos. Siempre usamos estos remises porque nos sale más barato que el colectivo”, contó una mujer. Esta reflexión es la que hacen muchos que viven en zonas alejadas del centro -la costa, el norte y el oeste-, a las que se les hace imposible afrontar los costos de un taxi o remís.
¿Por qué no toman un colectivo? Porque cuando son cuatro o más, termina siendo más económico -y más cómodo- viajar en remís, aunque éste no cuente con la habilitación correspondiente.
Pero también están los que llaman a una empresa de remís habilitada y les mandan un coche no autorizado. “Por el trabajo, siempre uso la misma empresa. De cada cinco coches que me tomo, uno es trucho. No lleva pintada ninguna inscripción y dudo antes de subir, pero el chofer me explica que aunque no tenga el nombre de la empresa impreso, trabaja para esa remisería”, contó María José.
Radiografía del mundo ilegal
El subsecretario de Control de Servicios detalló los distintos tipos de remises truchos que circulan por la ciudad: “Está el remís que se le ha dado de baja, porque se le venció la antigüedad o no pasó la verificación técnica. Le sacan la inscripción, pero conservan el color verde, entonces pueden dar lugar a confusión con los pasajeros. Por eso ahora hay una normativa que obliga a quitar el color verde del vehículo una vez que ya dejan de contar con la habilitación correspondiente”.
Otro caso es el de los remises que conservan el color verde y la inscripción de la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe, pero tienen los papeles vencidos. Tanto en el primer caso como en éste, cuando son parados en los operativos de control, los vehículos son retenidos.
Controles y retenciones
Gracias a los operativos que realiza la Municipalidad en distintos puntos de la ciudad, en los tres primeros meses del año se retuvo un total de 156 remises y taxis por distintos motivos. Los principales son porque el chofer no está registrado o porque se les ha vencido la habilitación por falta de verificación técnica -que debe realizarse cada cuatro o seis meses, de acuerdo a la antigüedad de la unidad-. De ese total, 129 figuraban en el registro de vehículos habilitados para el transporte público, en tanto que 27 no; es decir que eran coches ilegales o truchos.
También existen autos particulares, de cualquier color, que trabajan como remises. Según Traverso, “éstos son los más difíciles de detectar, porque por lo general arreglan con el mismo pasajero que si los paran para un control, diga que es un pariente, un amigo, etc.”. El funcionario reconoció que “el que se toma un remís trucho, sabe lo que está haciendo, pero lo hace por comodidad o porque le cobra menos”. En este sentido remarcó que “sin ayuda de la gente, no se pueden erradicar este tipo de cuestiones”.
Por otra parte, los remises truchos que trabajan para una empresa utilizan el sistema de radio para informarse acerca de los puntos de control que realiza la Municipalidad. Así, cuando un colega detecta un operativo, inmediatamente se comunica por radio con el resto de la planta de remises y da las coordenadas por las que no hay que pasar.
De esta manera, si bien los controles son necesarios, también se requiere de la conciencia de cada uno para no fomentar la ilegalidad, que pone en riesgo la vida de todos.
































